En verano, dormir desnudo no es mucho problema, porque en la mayoría de los casos se pasa calor. Pero en invierno eso de dormir desnudos nos parece impensable por el frío que hace, ¿a que sí? Acostarse en la cama desnudos (y decimos desnudos, sin ropa interior ni nada) es algo que muy pocas personas hacen, primero porque si se levantan a medianoche pasan mucho frío; segundo porque si tienen que salir corriendo porque oyen ruidos o pasa algo han de tardar en vestirse (o ponerse algo decente). Sin embargo, ¿acaso no sabes que es muy beneficioso?
De hecho, vamos a darte razones para dormir desnuda que quizá no te has planteado nunca:
- Dormirás mucho mejor. Y es que, cuando duermes, tu temperatura corporal baja pero, antes de despertarte, empieza a subir, lo cual hace que, con tu ropa, puedas tener más frío o más calor, y acabarás sudando por la noche. Esos cambios de temperatura pueden hacer que te despiertes o incluso que te enfermes. En cambio, durmiendo desnuda el cambio no es tan brusco porque puedes apartar indirectamente las sábanas si notas calor y quedarte más fresca.
- Influye en tu metabolismo. ¿Sabías que estar fresca toda la noche ayuda a regular tu metabolismo? Según un estudio los investigadores descubrieron que dormir en una habitación fresca ayuda a que se produzca grasa saludable que se quema más fácilmente. Por tanto si duermes desnuda contribuirás a ello.
- Evitarás infecciones. En este caso, mantener protegida siempre la zona íntima está bien, pero como cualquier otra parte de tu cuerpo, necesita que la airees y eso también quiere decir que la dejes un rato sin protección. Como sabrás, en ambientes cálidos y húmedos (como en tu zona íntima) las bacterias pueden proliferar más y provocar que tengas irritaciones o infecciones (así como mal olor).
- Te acercarás más a tu pareja. Porque el contacto piel con piel hace que se libere la hormona oxitocina lo cual favorece a reducir el estrés y a aumentar el deseo sexual. Vamos, que os hacéis un favor mutuo y puede dar lugar a algo más bajo las sábanas.
