BDSM

BDSM, ¡es beneficioso para tu salud mental!

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Del BDSM se han dicho siempre muchas cosas. Algunos utilizan esta práctica para dar rienda suelta a su agresividad, y ya muchos profesionales del BDSM, entendidos de esta práctica, han tachado ese tipo de comportamiento que se escuda en la dominación y sumisión para hacer algo que, realmente, no es la esencia del BDSM.

De hecho, cuando el BDSM se puso de moda salieron “amos” por doquier y los más entendidos avisaron de que un verdadero “Amo” no era una persona que insulta o pega desde el primer momento, que solo busca que le digas que sí para tener sexo.

También se dijo del BDSM que era perjudicial para la salud mental, sobre todo en el caso de los sometidos, porque se les privaba de su libertad. Sin embargo, según un estudio, publicado en 2013 en el “Journal of Sexual Medicine”, se estableció que el BDSM no era tan negativo como se pensaba.

De hecho, se llevó a cabo una investigación con 902 personas que les gustaba la dominación y sumisión; así como 434 personas que no tenían interés en este tipo de práctica. Empezaron a rellenar cuestionarios sin saber qué se estudiaba y los resultados llamaron la atención a los investigadores porque:

Los que practican BDSM eran más extrovertidos y estaban abiertos a nuevas experiencias de la vida.

Los que practican BDSM son menos sensibles al rechazo, lo aceptan y no les afecta tanto como las personas que no están dentro de esta práctica.

Los que practican BDSM son más felices y las relaciones que mantienen son más fuertes que las personas que no practican BDSM. Esto es debido a que, en una relación de dominación y sumisión, los sentimientos están más seguros porque hay comunicación y confianza en la pareja.

Los hombres y mujeres dominantes tuvieron un resultado más alto en los sectores que se estudiaron frente a los sumisos o incluso aquellos que no tienen interés en el BDSM. Ahora bien, los sumisos y las personas sin interés en la dominación y sumisión sacaron resultados iguales.

Por todo esto, el BDSM no es malo para la salud mental, no priva a una persona de su libertad porque, recordemos, el BDSM es algo que debe practicarse de forma consensuada, es decir, aceptándolo las dos partes.

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