Seducir con la ropa no es algo complicado si sabes utilizar bien la psicología del color. De hecho, es algo que la mayoría de personas desconoce pero que, cuando ves a una persona, puedes sentirte muy bien con ella, o atraído por ella, contrario a cuando usa otra cosa.
Y es que el color de la ropa que usas es importante para querer decir una cosa u otra. Conocerlos te dará mucho poder de seducción, así que ten en cuenta lo siguiente:
Verde. Usar el verde es usar el color de los celos y no deberías abusar de él. Si bien es verdad que el verde es el color de la esperanza, cuando se trata de una pareja no es agradable salvo que se pasa por una monotonía o rutina y quieras despertar algo en tu pareja.
Naranja. Si usas naranja estarás dando un mensaje de confianza y tranquilidad. Harás que la persona confíe en ti y que se acerque, ya sea tu pareja o cualquier otra persona. Ideal para seducir.
Violeta. Cuando quieras dominar un poco en la relación, o que te vean como alguien a quien no va a pisotear nadie, lleva violeta porque es el color del poder.
Rojo. El rojo siempre se ha dicho que es el color de la pasión sexual y, sin duda, es así. No podemos discutir que, si quieres seducir de verdad, el rojo debe estar presente en tu vestimenta.
Rosa. Una variante del rojo suele ser el rosa y sí, pero ten en cuenta que lo que despierta es la feminidad. Te pueden ver como muy “cuqui” e “inocente” y a lo mejor no es eso lo que quieres.
Azul. Un azul claro da el significado de seguridad emocional, es decir, de que tienes pareja. Aunque no lo creas, eso te puede hacer perder muchas oportunidades.
Negro. Ideal para seducir, pero no a cualquiera, sino a hombres refinados o elegantes (tipo Grey diríamos).
Amarillo. El amarillo es un color fuerte que llama la atención. Como color para las primeras citas no está mal porque das a entender que eres una mujer fuerte a la que no le importan ni las supersticiones ni el llamar la atención.
Blanco. Para la inocencia y la bondad. De hecho, es muy atractivo para los jóvenes, así que si quieres un yogurín, no lo dudes.
