La anorgasmia es una disfunción sexual que puede afectar a muchas personas, tanto a hombres como a mujeres y que supone la incapacidad de lograr un orgasmo cuando se estimula el cuerpo, de tal forma que el placer y la satisfacción se frustra lo suficiente como para no disfrutar de las relaciones en pareja (o solo/a).
Por eso, hoy queremos darte algunos consejos que te puedan ayudar a mejorar la anorgasmia y, si puede ser, también a evitarla. ¿Listo?
- Explórate. La exploración para conocer tu cuerpo es algo muy importante porque así descubrirás cómo eres. Que no te de miedo mirarte al espejo completamente desnuda, eres así, no lo vas a cambiar y, dentro de todos los males que puedas pensar, también hay algunos beneficios de ser como eres.
- Estimúlate. Eso quiere decir buscar tu propio placer. Prueba tocándote los pecho, el clítoris, el cabello, el cuello… Todas esas zonas que puedan ser erógenas y en las cuales puedas sentir algo especial. De esa manera disfrutarás de alguna forma sabiendo lo que te gusta más o menos.
- A tu pareja, y a ti misma. No busques solo la penetración (ni que tu pareja busque solo eso). Al contrario, hay que sacar mucho tiempo para esos juegos preliminares que van encendiendo la temperatura y pueden ser claves para conseguir un orgasmo.
- Lubrícate. A veces no se tiene una lubricación completa en el hombre o la mujer y no es malo usar lubricación extra así que, a por ella, que experimentarás algo nuevo con ella, te lo aseguramos.
- Deja de pensar. Y más que pensar, obsesionarte. Los orgasmos llegarán, no porque los llames, sino porque tu propio cuerpo los tendrá, pero si no dejas de pensar en ello al final será tu cuerpo el que te frene todo. Así que no lo hagas, deja que las cosas pasen.
