Hoy nos vamos a poner un poco serias y vamos a hablarte de un problema que existe en la vida real y además en mujeres, y también en hombres, que a menudo callan por miedo. Hablamos de los abusos sexuales.
Agresiones y abusos sexuales hay muchos no solo entre parejas estables, sino también entre parejas que se acaban de conocer. El motivo radica en que hay personas que no entienden el término “no” cuando alguien se niega a hacer lo que quieren y acaban utilizando su poder para doblegar a esa persona.
Según la Organización Mundial de la Salud, la violencia sexual se conceptúa como el “acto sexual por coacción o sin el consentimiento de una de las partes o la tentativa de consumarlo”. A esto habría que unirle el escuchar comentarios sexuales que no se desean o la trata de personas con un objetivo sexual.
Y no se refiere solo a una penetración forzada en la vagina o el ano, sino también en otras partes del cuerpo, sobre todo si es empleando un pene.
¿Qué hacer ante un abuso sexual?
Si has pasado por un abuso sexual, si te han obligado a hacer algo que no querías, denuncia. El miedo es el instrumento que estas personas usan para evitar que lo hagas pero no estás sola y siempre hay ayuda, siempre habrá dónde apoyarte y podrás sentirte segura.
No podemos decirte que tienes que denunciar para que no le pase a nadie más porque eso no es consuelo ni un aliciente para que lo denuncies, pero sí el pensar que estás haciendo algo bien, que ha de acabarse con ese tipo de actuaciones porque, cuando es NO, es NO, independiente de que le guste o no a la otra persona.
Si te encuentras en ese tipo de situación y te sientes incómoda, lo mejor es que pidas ayuda a tu alrededor o que entres en un bar o en alguna tienda (con la excusa de ir al baño, de comprar algo, lo que sea) y allí le pidas ayuda a la gente (o te encierres en el baño y llames a la policía). Ten por seguro que la gente intentará ayudarte si le pides ayuda.
