Cada persona, y cada pareja, disfruta del sexo de una manera o de otra. No hay que censurar nada siempre que la pareja implicada acepte. Eso es lo bonito del sexo, que no tiene por qué ser igual para todos. Los hay desde los más arriesgados hasta los más tradicionales. Por eso, ¿has oído hablar del beso blanco del sexo?
Para quien no lo conozca, el beso blanco es una práctica sexual que no muchas personas toleran por lo que conviene saber a lo que te expones. Consiste en hacer sexo oral a un hombre y eyacular éste en la boca. Pero, al margen de lo que podríamos pensar que pasaría a continuación, el semen, manteniéndolo en la boca, pasa a través de un tercero o tercera, quien acaba tragándoselo. Por supuesto, hay ocasiones en las que puedes no querer a un tercero en la relación, por lo que el semen es para el propio hombre, que debe tragárselo.
Sí, sabemos que estarás diciendo que eso es asqueroso, que no gusta nada pero en realidad cada vez son más las personas que se aventuran a probar el beso blanco y que les gusta. Además, también puede haber variantes como por ejemplo el hecho de dar el beso a la pareja pero después tragar el semen la mujer (por ejemplo intercambiando el semen en las bocas y después la mujer tragándolo).
Por supuesto, al igual que ocurre con otras prácticas sexuales, el beso blanco es uno de los que hay que tener más cuidado, no tanto por el semen en sí, sino por el sexo oral ya que es una de las vías de transmisión de enfermedades y podría provocar problemas serios.
Dicho todo esto, el beso blanco es una práctica que, si bien no debería ser mala, para muchas lo es ya que no toleran el sabor, olor, etc. del semen o del pene y provoca desagrado a la hora de practicarlo. Es importante, en caso de realizarla, que ambas personas sepan de lo que se trata ya que, al mismo que para la mujer puede ser desagradable, también lo puede ser para el hombre si no hay una tercera persona.
