Si te gusta el sexo y disfrutar del placer entonces es posible que, más de una vez, hayas considerado ir a una fiesta sexual. Es posible que hayas ido, o que, en el último momento, decidieras no ir por miedo a no saber qué ocurre en ellas, ¿te ha pasado?
Las fiestas de sexo no es algo que solo se dé en ciertos países. Lo cierto es que se celebran en todo el mundo y, aunque no te enteres, pueden realizarse en tu misma ciudad sin que lo sepa nadie, solo las personas que realmente van a asistir.
No es una fiesta a la que le den mucha publicidad, más bien pasa por el boca a boca y sobre todo entre personas de confianza porque, aunque no se hace nada malo (ya que el objetivo de la fiesta es divertirse, se tenga sexo o no), sí que está mal vista por la sociedad al hacer alarde del sexo como una forma de diversión.
Uno de los principales miedos a la hora de asistir a una fiesta sexual es lo que nos vamos a encontrar allí. Muchas se ponen en lo peor: sexo, drogas, violaciones, etc. Pero, ¿realmente es así? Aquellos que asisten desmontan muchos mitos y miedos y es que en estas fiestas no van a hacer nada de lo que no quieras, es decir, puedes ir y sentirte a gusto pero no por ser una fiesta de sexo vas a tener que acostarte con alguien. De hecho, una de las premisas de estas fiestas es que siempre puedes decir que no cuando no quieras hacer algo sin tener que preocuparte o pensar que haces algo mal. Esto implica que puedes ir como voyeur, como espectador, sin necesidad de participar, solo de mirar. Aunque ya advierten que muchos repiten y, una vez que el miedo da paso a la curiosidad, acaban experimentando ellas mismas en sus propias carnes.
Muchos asiduos a estas fiestas secretas están mucho más cómodos en ellas (tengan relaciones sexuales o no) que en discotecas o pubs porque se sienten más seguros y porque saben que no han de comportarse como quienes no son o hacer cosas con las que no se sienten a gusto.
