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Lilith, la primera mujer antes que Eva

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Me estreno en esta revista a lo grande. Sólo a mí se me puede ocurrir empezar una colaboración en una revista de sexualidad hablando de un personaje bíblico…

Imagino que todos más o menos conocen la historia de Adán y Eva, los primeros seres humanos en habitar la Tierra (según la Biblia).Bueno,pues según la mitología judía, antes de Eva, Dios creó a Lilith.

El mito de Lilith es fruto de algunas interpretaciones que surgen ante una contradicción que aparece en el libro del Génesis. Para el que no lo sepa, el Génesis es el primer libro de la Biblia y en él se relatan los orígenes del ser humano y del universo.

El capítulo 1 del Génesis, en concreto el 1.27, dice: “Y Dios creó al hombre a su imagen; lo creó a imagen de Dios, los creó varón y mujer.” En el capítulo 2 del Génesis, 2.22, es donde aparece la historia de la costilla que todos conocemos: “Luego, con la costilla que había sacado del hombre, el Señor Dios formó una mujer y se la presentó al hombre.”

Es decir, en el primer capítulo, se puede interpretar que en un principio Dios creó a hombre y mujer de manera simultánea e iguales. Sin embargo, la versión de la costilla, da pie a pensar que primero fue creado Adán y posteriormente Eva, a partir del hombre.

Una de las interpretaciones más extendidas, es la que sostiene que la mujer a la que hace referencia el primer capítulo del Génesis es Lilith, la primera mujer de Adán. Una mujer que se veía como una igual de Adán y a la que no le terminaban de convencer los gustos tradicionales de Adán… (¿Se pueden tener tradiciones siendo el primer ser humano?)

Parece ser, según el mito, que Adán era de costumbres clásicas a la hora de mantener relaciones sexuales. A él le gustaba hacer el misionero (la mujer de bajo y el hombre encima), y a Lilith eso de estar siempre debajo no le hacía mucha gracia. Ella mantenía que si ambos habían sido creados a imagen y semejanza, ¿por qué tenía que estar ella siempre por debajo de él? Cansada, cabreada y en vista de que el tercero en discordia, Dios, no se pronunciaba sobre este conflicto, ella decidió marcharse del Edén.

Por eso Adán, al verse solo en el Edén, pidió a Dios que le diera una nueva compañera: Eva. La que aparece en el segundo capítulo del Génesis.

Pero bueno, dejando atrás interpretaciones y Génesis, ¿qué pasó con Lilith? Pues que al salir del Edén acabó en el Mar Rojo, donde se juntó con malas compañías,ya que, según la mitología, el Mar Rojo estaba habitado por demonios. Demonios o no, por lo visto eran más abiertos e innovadores en cuestiones de sexo que Adán y Lilith no desaprovechó el tiempo.

Cuando Dios se enteró de la vida que estaba llevando Lilith, mandó unos ángeles en su búsqueda con la intención de convencerla para que volviera a casa con Adán. Sin embargo, ella rechazó la oferta, le gustaba bastante más aquello que el Edén y el aburrido de Adán. Dios se tomó un poco a mal el rechazo y, aunque la dejó con vida, la castigó haciendo que muriesen cien de sus hijos cada día (¿Veis lo bien que había aprovechado el tiempo?).

A partir de este punto, la leyenda de esta mujer ya se desdibuja un poco más. Unas tradiciones mantienen que, para vengarse de Adán, mata a todos los niños incircuncisos, es decir, a los menores de ocho días (los judíos practican la circuncisión a los niños el octavo día desde el nacimiento).

A parte de esta macabra tradición, hay otra leyenda que mantiene que Lilith es una “adicta” al semen y todo aquello que se derrama fuera del útero de la señora esposa, le pertenece. Todo… incluido el semen de las poluciones nocturnas, ya sabéis, esas eyaculaciones involuntarias que se tienen durante el sueño. Es más, esta tradición sostiene que gracias a esas poluciones, engendra a sus demoníacas hijas… Avisados estáis…

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