BDSM

Los juegos de electrotortura en BDSM

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Hablar de la electrotortura no es hablarte de una práctica normal en BDSM. De hecho, muchos profesionales del BDSM son reacios a utilizarla por los peligros que entraña esto y que, si bien ofrece mucho placer, el riesgo que se corre también es alto y a veces no merece la pena.

Pero como decimos, todo depende de la seguridad que se lleve a cabo y de lo que se utilice ya que cuando se hace con aparatos de baja intensidad, no tiene por qué haber demasiado problema.

A la hora de utilizar la electrotortura se pueden utilizar instrumentos profesionales o no. Por ejemplo, una sesión de electrotortura podría ser con un aparato para hacer gimnasia, de esos que dan corrientes para que muevas los músculos, sin moverte incluso. Colocados en ciertas zonas, como los pechos, el vientre, el pubis, etc. puede ser muy molesto y a la vez muy erótico.

Eso sí, hay que tener en cuenta unas normas de seguridad:

Que siempre haya un botón de emergencia. Es decir, que puedas apagar el aparato de inmediato si algo pasa o la persona que sufre las corrientes dice la palabra de seguridad. Este botón debe ser accesible para que se pueda accionar en cualquier momento.

No se puede utilizar mucho tiempo. De hecho hay un tiempo máximo, sobre todo si también se ha restringido el movimiento porque, al tener la electrotortura, la persona tiende a moverse y eso provoca fricción con la cuerda lo que puede apretarla más.

Hay que tener cuidado con las quemaduras. Si se utiliza mucho la electroestimulación en ciertas zonas puede quedar una marca enrojecida que se irá en unas horas pero, si se ha quemado, eso hay que tratarlo y parar el juego de inmediato.

Es importante que se conozca el aparato con el que se va a jugar así como lo que se experimenta. Hablamos de colocarlo en zonas muy sensibles y no se puede ir a la prueba y error porque puede provocarse un daño importante.

No se deben utilizar si una de las personas usa un marcapasos. De hecho está totalmente prohibido.

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