Sabemos que el vibrador de conejito es uno de los que más gustan a las mujeres, que el vibrador rampante suele ser el escogido en muchas ocasiones para disfrutar cuando la pareja no está porque tiene una doble estimulación; por un lado la penetración y, por otro, la masturbación de la zona del clítoris a través de un “conejito” y de sus orejas.
Pero, ¿a que no sabías que el vibrador también podía servir para otras cosas? De hecho, aunque es curioso y no muchas van a ponerse a usarlo en esos quehaceres, llama la atención lo que se les ocurre a la gente. ¿Quieres saber qué usos le dan?
Batidora. Si la batidora de la cocina se te estropea, siempre puedes usar este vibrador para batir que lo hará además a distintas velocidades con lo que podrás montar salsas o mahonesas de forma muy diferente… y aderezadas con tu sabor, todo hay que decirlo.
Para sostener. Ya sea una foto, un estropajo, un marco, unas llaves… Lo que se te ocurra. Si incluso puede servirte para colocar ahí las pulseras y que estén a la vista para que no se te olvide salir de casa sin ellas. Claro que quien entre en tu habitación y lo vea se va a quedar a cuadros.
Para sujetar bolsas. Si no te gusta hacerte daño en las manos, una forma de llevarlas, o de sacar la basura sin ensuciarte, es usar el vibrador para que haga de nexo entre la bolsa y tú. Sí, no es que sea muy higiénico para tu vibrador, pero después puedes lavarlo a conciencia para que esté muy bien para otros usos.
Para remover. En una fuente, o una crema… aunque claro, eso nos lleva a pensar que si se remueve en algo así podríamos pensar después en meterlo en la boca para saborear, y si accionamos la vibración el efecto va a ser mucho más potente… Al final seguro que acabas dejando la comida para ocuparte de otras cosas más urgentes.
Ahora que sabes que este juguete tiene otros usos, ¿a qué esperas para hacerlo parte de tu día a día?
