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Lubricantes íntimos qué son y para qué sirven

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Dentro del abanico de productos eróticos disponibles en el mercado, creo que los lubricantes íntimos son los más infravalorados. Muchos no saben ni lo que son ni para qué sirven, otros tantos piensan que todos son iguales y hay quienes consideran que con un poco de saliva ya está todo solucionado. Pues bien, los lubricantes íntimos son unos buenos aliados que están ahí para enriquecer nuestras relaciones sexuales.

¿Qué es un lubricante íntimo?

Si el lubricante se define como una sustancia aceitosa o grasienta que disminuye la fricción entre superficies que están en contacto, un lubricante íntimo se puede definir como una sustancia que, aplicada en la zona genital, disminuye la fricción que se produce en las relaciones sexuales con la piel de otra persona o con un juguete erótico. De esta manera se evitan rozaduras o irritaciones de piel provocadas por la fricción, ya sea fruto del cuerpo a cuerpo o con un juguete.

Los lubricantes íntimos se suelen asociar con la sequedad vaginal y, por ello, se les suele conocer también como lubricantes vaginales. Es cierto que la relación lubricación/sequedad vaginal es indiscutible, pero eso no quiere decir que esta sea su única función. Los lubricantes se pueden aplicar a cualquier zona del cuerpo y/o a cualquier objeto con el que uno se quiera frotar: pezones, ano, pene, cuello, vibrador…

Tipos de lubricantes:

Lubricantes a base de agua

Elaborados principalmente con agua, de ahí su nombre. Sus puntos a favor son tres:

1. No manchan y son fáciles de lavar. Al ser elaborados a base de agua, no son muy pringosos, no dejan manchas y se limpian bastante bien.

2. Son compatibles con los preservativos.

3. Al estar muy extendidos, son bastante económicos y se pueden encontrar en casi todas partes: tiendas especializadas, farmacias y/o parafarmacias de cualquier centro comercial.

Sus principales contras son dos:

1. Se absorben rápidamente, vamos, que duran poco. Aunque la solución es sencilla: aplicar más y listo. ¡Ojo! Un par de gotas, no hace falta gastar todo el bote…

2. No son compatibles con el medio acuático. Paradojas de la vida: agua y agua no casan. Al ser agua, con el agua de la ducha, piscina, río… se diluyen en un visto y no visto.

Lubricantes a base de aceite

Son el “patito feo” de los lubricantes. Al estar realizados principalmente de aceite, suelen manchar bastante. Servidora, que es muy maruja, os puede asegurar que las manchas de aceite no se quitan así como así. Avisados estáis.

Marujeo a parte, lo peor de estos lubricantes es que no suelen ser compatibles con los preservativos porque pueden dañar el látex y también nuestro juguete favorito. Para aplicar en la zona genital, yo soy más partidaria del uso de lubricantes de agua o silicona. Los lubricantes de aceite los prefiero para dar masajes, sólo piel con piel.

Lubricantes a base de silicona

Son más duraderos que los acuosos y se pueden utilizar en el agua porque no se disuelven. Al ser más densos y más duraderos, son muy utilizados para el sexo anal.

El inconveniente es que al tener una parte oleosa, manchan más que los acuosos y pueden estropear el látex. También es cierto que todo en esta vida avanza, y ahora algunos, por no decir la mayoría, son compatibles con los preservativos. Aún así, no estaría mal comprobarlo antes de comprarlo.

Con lo que sí hay que tener cuidado es a la hora de utilizarlos con los juguetes eróticos. Si ya hemos visto que agua y agua no casan, pues silicona y silicona tampoco.

Lubricantes especiales

Lubricantes de sabores

Suelen ser a base de agua y existen de casi cualquier sabor que se os pase por la cabeza. Son comestibles y son ideales para el sexo oral porque enmascaran esos olores que a más de uno y de una les tira para atrás a la hora de darse un festín carnal. Ellos se lo pierden, también os digo…

Lubricantes efecto frío y/o calor

Suelen ser también a base de agua y tienen un componente que, al contacto con la piel, provocan una sensación de frescor o de calor.

El problema que yo le veo a estos lubricantes es que las sensaciones que provocan varían muchísimo de una persona a otra. Me explico, lo que a mí me puede producir un poco de calor, a otra persona le puede parecer el infierno en vida o viceversa. Lo mejor, acudid a una tienda especializada y, como suelen tener muestras, que os dejen probar, en una parte visible del cuerpo, mal pensados…

Lubricantes de aloe vera

Por si alguien no está muy puesto en botánica, le informo que el aloe vera hidrata, nutre, regenera y suaviza la piel. Estos lubricantes, al proteger e hidratar la piel suelen ser muy utilizados para el sexo anal.

Lubricantes veganos Para los más concienciados con el medio ambiente. Están realizados a base de ingredientes naturales (agua y diversos vegetales), sin grasas ni aceites, sin fragancias ni conservantes y no han sido testados con animales.

Dentro de esta gama de lubricantes, podemos encontrarlos de sabores, especiales para el sexo anal, efecto calor… Como podéis ver, el mundo de los lubricantes es muy amplio, así que hacedme el favor de lubricar como está mandado y dejaros de vaselina, aceite, saliva… y demás cosas que se os pasen por la cabeza.

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