Disfrutar de una relación sexual es algo muy importante. Sin embargo, hay ocasiones en las que las relaciones no tienen ese “final feliz” que se espera y nos sentimos vacías cuando llegamos al final y decimos: ¿ya? ¿Era para tanto?
Pues no, el sexo siempre es algo bueno cuando se practica de forma sana. El problema es que, a veces, no se disfruta de la cama porque no se tiene una buena salud sexual. Que, aunque no la creas, también hay que cuidarla. Y para ello:
Haz ejercicio. Sí, lo sabemos, cuesta muchísimo hacer ejercicio y vas a querer hacer cualquier otra cosa que eso. Pero esto te ayudará emocionalmente así como a mantener la forma y a aumentar la libido.
Adiós tabaco. El tabaco suele afectar mucho, sobre todo a los hombres, porque hace que se tenga una mayor probabilidad de disfunciones eréctiles (es decir, que no haya erecciones).
Cuida tu alimentación. Aunque no te des cuenta, lo que comes influye mucho en tu rendimiento sexual. No queremos decir con ello que te quedes con hambre (que tampoco es cuestión de que tu estómago ruja en esos momentos más íntimos), pero tampoco has de pasarte. Controla sobre todo las calorías y los alimentos que pueden venir mejor evitando en la medida de lo posible los otros.
Nada de riesgos. Las posturas sexuales pueden ser ilimitadas, y seguro que te gusta probar muchas, pero has de ir sobre seguro porque, a veces, por intentar algo nuevo, al final acabas en urgencias. Así que cuidado con lo que haces y no corras más riesgos de los necesarios. Se trata de pasar un rato agradable, no de ponerte en peligro.
Conócete. Tienes que saber cómo eres y aceptarte. No vas a poder cambiar tu cuerpo, aún no, por lo tanto es mejor que sepas cómo es tu cuerpo y saques lo máximo de él que te gustes y te valores.
Busca información sobre salud sexual. No es un tema que se trate mucho pero es importante conocer un poco sobre tu salud sexual para saber si lo que es haces está bien o tienes que cambiar algún hábito.
