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Pero, hombre, ¿ahí tienes una zona erógena?

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Suponemos que, si eres sexualmente activa, conocerás esas partes más sensibles que tienes, esas que te tocan y te excitas de forma automática y con las que sientes más placer que en otros sitios. Pero, ¿sabes todas las zonas erógenas que tiene tu cuerpo? A decir verdad, hay algunas que llaman la atención porque no se conocen y hoy vamos a hablarte de ellas porque te vas a quedar con la boca abierta.

Las zonas erógenas no tienen por qué ser iguales en hombres y en mujeres, cada uno tiene las suyas y, dentro de cada persona, hay quien puede tener más placer en unos lugares o en otros.

Dicho esto, vamos a ver qué zonas erógenas curiosas hay en cada uno:

En el caso de los hombres

Para los hombres, las zonas erógenas como el cuello, los labios, los pezones, etc. son más conocidas. Pero, ¿y si te dijéramos que puede haber otras zonas erógenas importantes a conocer? Hablamos de:

  • El pulgar. Pues sí, aunque no parece un lugar donde se deba tener una zona erógena, lo cierto es que si le chupas el pulgar puedes hacer que sienta cosas indescriptibles. Puedes provocarlo lamiéndolo, mordiéndolo, chupándolo mientras lo miras a los ojos. Aunque no te lo creas, lo va a encender. Y mucho.
  • El frenillo. Esa zona que hay en la parte de abajo del pene, debajo de la cabeza, es una zona muy erógena que, si la sabes tratar bien, puede hacer que se excite mucho más que con otras cosas. Así que ya sabes lo que debes hacer.
  • No, no nos hemos vuelto ahora multiligüistas. Sacrum hace referencia a un hueso localizado en la espalda. Si sabes cuál es y lo tocas, los nervios que lo rodean están conectados con los genitales, por lo que tocando ahí, es como si tocaras ahí abajo (ideal para cuando estés en la calle y quieras enloquecerlo.

¿Te animas a probar con tu pareja? Ya lo sabes, todos estos lugares puedes unirlos a los que ya conocías y hacer de los preliminares una forma de catapultar el placer.

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