CURIOSIDADES

Pero, mujer, ¿ahí tienes una zona erógena?

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Si en un artículo anterior te hablamos de las zonas erógenas curiosas que tienen los hombres, hoy no queremos ser menos y vamos a hablarte de las zonas erógenas curiosas de las mujeres. Y es que, a pesar de que ya haya algunas que conozcas, y que sepas que te gusta que te toquen por lo que experimentas, lo cierto es que no son, ni mucho menos, las únicas, y algunas te van a llamar mucho la atención.

Las zonas erógenas de la mujer, como ocurre con los hombres, son variadas. Habrá mujeres que sientan más placer en unas zonas o en otras, no tiene por qué ser igual en todas ellas e incluso hay mujeres que tienen zonas erógenas muy curiosas (como por ejemplo en el lóbulo de la oreja, o en el dedo meñique).

En este caso, algunas de las más curiosas son:

  • Las muñecas. ¿Te han acariciado alguna vez la zona de la muñeca, por la zona de las venas, suavemente? Si las besas o tocas ahí vas a notar como un calambre que no es molesto, al contrario, te producirá un cosquilleo en todo el cuerpo que será muy gustoso.
  • Los labios. Los labios se sabe que es la zona erógena más conocida. De hecho, con un beso, siempre y cuando sepan dar bien un beso, pueden excitarte y “mojarte” ahí abajo. Es por eso que muchas prefieren los besos en la boca, sobre todo en los preliminares, porque funcionan mejor que si besan en otras zonas.
  • Los tobillos. Otra de las zonas, quizá desconocida para muchas, son los tobillos. Son una parte muy sensible de las mujeres porque resulta que las terminaciones nerviosas que hay ahí están conectadas (igual que decíamos con los hombres del hueso Sacrum, o Sacro), con los genitales, en este caso con la vagina y el útero. De ahí que muchas, al rozar esa zona, se pongan un poco nerviosas, porque lo notan en otros lugares.
  • Los codos. Cada vez que citamos los codos nos acordamos del capítulo de los Simpsons donde Homer cita que una de las zonas erógenas de Marge son los codos. Ocurre igual que con las muñecas, sientes un cosquilleo especial en todo el cuerpo, para nada desagradable si saben tocarlo bien.

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