Cuando la rutina se instala en el sexo, es complicada disfrutar de la pareja porque te aburres. Y eso nos pasa a todos, a hombres y mujeres, en determinados momentos. Igual que nos cansamos de comer siempre lo mismo, también nos cansamos de hacer siempre lo mismo en el sexo.
Es por eso que hay que innovar, que hay que cambiar. Y es posible que uno de los sexos de los que hoy te vamos a hablar sea el que practicas. Pues bien, tienes otros cuantos para variar. Y aunque te parezca pesado hacerlo, porque tienes que esforzarte, merecerá la pena, ya te lo decimos nosotras.
Sexo sensual. Un sexo con tiempo, sin prisa, solo para disfrute de la pareja, y de uno/a mismo/a. Se trata de un sexo donde se tienen muy en cuenta los preliminares y donde no importa tardar 5 minutos o 50 mientras que lo pasáis bien.
Sexo rápido. ¿Un sexo que casi no te enteras? Pues sí, un rápido, de vez en cuando, no es mala idea. Además, si lo haces con el mido a que te pillen, la adrenalina que recorre tu cuerpo le dará un aliciente más a esa relación y el resultado te va a gustar, ya lo verás.
Sexo sin penetración. Nos referimos a la masturbación, solo eso. Aunque no lo creas, el sexo no tiene por qué conllevar siempre la penetración, hay muchas formas de pasar tiempo con la pareja y solo preocuparse por tocar y masturbar, con tiempo, para llegar a ese fin, sin preocuparse por nada más, puede ayudar a que la pareja se afiance mucho más.
Sexo duro. Del estilo de BDSM, o uno en el que haya gruñidos, gritos, gemidos, en definitiva, dejándote llevar. Porque a menudo nos callamos y reprimimos todo por el miedo a qué dirán. Pues bien, en este caso puedes hacer todo el ruido que quieras.
Ahora que has visto que hay muchos tipos de sexo, y muchos más que se te pueden ocurrir, ¿no crees que caer en la rutina es ser demasiado vago o vaga? Hay tantas cosas que podemos hacer que estaríamos casi toda nuestra vida sexual innovando, y cuando repitiésemos, seguro que no nos acordaríamos. ¡Manos a la obra!
