El sexo es algo maravilloso, es increíble, te quita el estrés, compartes un momento de intimidad con tu pareja. Pero tiene un problema: no puedes detener tus pensamientos y, en el mejor momento, te acuerdas de algo del trabajo, o de la casa, que lleva al traste todo lo que has conseguido antes. ¿Te ha pasado?
Muchas parejas ven que el sexo se frustra de repente y que lo único que quieren es acabar, o centrarse en eso otro porque no pueden concentrarse en otra cosa. Y eso es lo peor para hacer mella en una pareja y que la cosa no vaya bien. ¿Lo sabías?
Pues así es, el sexo es mejor hacerlo pendiente de él, sin hacer más cosas, sin pensar en otros quehaceres. Y para conseguirlo, te damos algunas claves:
Céntrate en el tacto. Intenta fijar toda tu atención en esas caricias que te da tu pareja, o que tú le das a tu pareja. Es importante iniciar los preliminares y tomaros vuestro tiempo, sin presiones, sin pensar en otra cosa. Ahora el tiempo es para vosotros y da igual tardar media hora que tres horas. Si te quedas más tranquila, intenta que el tiempo que tengas sea de muchas horas, aunque no estéis practicando sexo todas ellas.
Míralo. Cuando tu mente intente pensar, míralo y concéntrate en tu pareja. Eso hará que la conexión emocional se active y, con ello, que te sientas más centrada en lo que haces.
Adiós móvil. El móvil es uno de los aparatos que, en el mejor momento, tiene que sonar. Para que no saltes de la cama (porque al final lo haces), lo mejor es desconectarlo o al menos ponerlo en silencio. A ver, por una hora que no lo mires, no va a pasar nada.
Espacio. Prepara antes el espacio y, por lo que más quieras, no empieces a mirar a todos lados y a decir que hace falta arreglar o limpiar algo porque al final cortarás el rollo del sexo y saldréis cabreados los dos. Céntrate en lo que tienes que hacer.
Besar, acariciar, hablar… Todo eso es importante porque te acerca a tu pareja. Eso sí, cuidado con el tema que sacas para hablar, que sea sexual.
