Siguiendo con esa exploración de tu cuerpo para masturbarte a ti misma, te damos más consejos y movimientos que puedes hacer con tus dedos. Porque, para conocerse a una misma, hay que tocarse y saber dónde y cómo darse placer, ¿no lo crees así?
- Acaricia tu clítoris con el dedo. Es posible que, al sentirlo, quieras centrarte sólo en él pero no debes hacerlo. Mueve los dedos arriba y abajo, a un lado y a otro, acaricia toda esa piel que será muy sensible y te hará desear más el toque de tu dedo. Normalmente con un dedo o dos tienes suficiente.
- Penétrate con tus dedos. Puedes deslizar uno o dos dedos en tu interior doblándolos un poco para crear una mayor estimulación y llegar también al punto G. Debes encontrar el ritmo que más te guste para conseguir placer.
- Encuentra tu punto G. Encontrarlo puede no ser fácil pero sabrás cuándo has dado en la diana. El punto G está muy cerca de la entrada de la vagina. Allí notarás un punto que es más áspero de lo normal y donde, al darte, saltarás incluso. Conforme más lo acaricias, más se hincha y te darán ganas de orinar pero no es que necesites ir al baño, sigue dándole y alcanzarás el orgasmo en el punto G.
- Ve llegando al orgasmo lentamente. No hay prisa, no tienes que correr así que ve poco a poco, acumulando el deseo, las ganas, encendiéndote con el roce de tus dedos, imaginando escenas o que es otra persona quien te toca. Masturbarse en dos minutos, aunque te haga parecer que es bueno, no lo es porque te quedarás con ganas de más.
- No cambies demasiado de posición porque eso lo único que hará es que te enfríes o que pierdas la atención que estabas teniendo. Es mejor encontrar desde el principio esa posición cómoda y mantenerla.
- Los dedos también sirven para el ano. Si te llama la atención el sexo anal has de saber que también puedes experimentar con tus dedos. Eso sí, tómate tu tiempo porque si eres primeriza quizá no estés preparada para ello.
- Cuando llegues al orgasmo, mantén los dedos dentro, no los retires enseguida. No sólo te sentirás mejor con ellos, sino que podrías provocar un segundo orgasmo. Pero si los retiras muy rápido podría ser incómodo o doloroso.
Una vez se produce el orgasmo debes darte un tiempo para recuperarte.