¿Eres sumisa? ¿Y quieres disfrutar de la práctica del BDSM sacando lo mejor de ella? En un artículo anterior empezamos a comentarte las reglas de oro para sumisas en BDSM y hoy abordamos los últimos puntos de estas reglas. Porque es importante tenerlas en cuenta para disfrutar.
- Pierde el control. Parece una tontería pero, si has elegido el rol de sumisa, es porque quieres confiar en otra persona para que te lleve, para que te domine y para dejarte hacer y solo sentir. La persona que juegue contigo no va a hacer lo que tú quieras. Hará lo que él o ella crea conveniente que necesitas, y por eso debes dejar el control a los demás. Deja que se encarguen de ti.
- Olvídate de los ideales. La persona que te domina es humana. Tiene sus fallos, sus equivocaciones, sus problemas. No puedes esperar ir a un club de BDSM y allí enamorarte, o que alguien se enamore de ti y que cuando te toque salten chispas. Debemos separar la fantasía y la realidad.
- Sé leal. Si ya tienes un dominante con el que juegas, con el que el rol de Amo y sumisa se ve claramente, aunque no haya collar de por medio, no empieces a coquetear o a jugar con otros dominantes, salvo que así lo hayáis establecido.
- Mantente sana. Necesitas estar sana para participar en una práctica de BDSM ya que, de lo contrario, no te permitirán jugar. Y no hablamos sólo de sana físicamente, sino también mentalmente.
- Porque el objetivo del BDSM es disfrutar y hacerte sentir bien. El BDSM es una práctica sexual de dominación y sumisión, sí, pero va más allá de eso. Muchos dominantes son capaces de hacer que sus sumisas y sumisos crezcan interiormente, que se conviertan en la persona que realmente tienen en su interior. Solo necesitan confianza y, aunque no lo creas, esa relación puede ayudar a que una persona madure, que se sienta mejor consigo misma, que se quiera, y que demuestre a los demás la fuerza que guardaba dentro.
Ahora que sabes todo esto, es hora de ponerlo en práctica, ¿no lo crees así?