Desgraciadamente no todas las personas adultas han pasado por una charla madre-hija o padre-hijo como tampoco han tenido educación sexual en su escuela. Lo que saben lo han ido aprendiendo de vídeos, de amigos, de padres en algunos casos, y, en general, de la experiencia. Pero eso no es lo que debería ser y es por eso hoy vamos a intentar ayudarte.
Y es que hay tantas cosas que deberías saber y que no se sabe, o no se cuenta en educación sexual, que cuando lo conoces la pregunta que te asalta es por qué no te lo explicaron antes (normalmente antes de haber metido la pata).
En general, debes saber que:
- No tienes por qué tener relaciones sexuales. Porque todos lo hagan no quiere decir que tú tengas que tener si no te apetecen. El que tus amigos lo hayan hecho ya da igual, tú eres tú y no deberías sentirte presionada para hacer algo que no quieres. Además, ten en cuenta que hoy día hay un colectivo que no quiere tener relaciones sexuales y es feliz. O en Japón, que hay hombres y mujeres de 35 años y más que aún son vírgenes.
- Puedes parar cuando quieras. Si estás manteniendo una relación sexual, nos hacen ver que, cuando has empezado, tienes que acabar (y eso significa el coito) pero eso no quiere decir que no puedas detenerte antes. No haces nada malo, solo que no estás preparada, o que no te gusta estar con esa persona. Ni eres una estrecha, ni una calientapollas ni nada de eso.
- Los preliminares son a veces más importantes que el sexo. El coito puede durar unos 12 minutos de media. En cambio los preliminares duran mucho más, todo lo que tú quieras o aguantes, ¿no crees entonces que son mucho más importantes que el propio sexo? Con ellos vas a conocer a la otra persona, os tomaréis vuestro tiempo en exploraros, en subir la temperatura de vuestros cuerpos. En otras palabras: en disfrutar de la compañía del otro y amaros.
- No solo está el pene. Cuando se piensa en sexo con un chico lo primero que se tiene en la mente es el pene porque se dice que es lo único para estimular. Pero no es así, hay mucho más.