Las mujeres sabemos que a los hombres les encantan las felaciones. Pero, ¿sabes por qué? La razón principal es por las sensaciones que experimenta el hombre al sentir a la mujer en esa zona tan sensible para él pero también por ver cómo una mujer complace su posesión más preciada. Para ellos es como si te tuviera sumisa, como si ese miembro te pudiera controlar.
Volverlos locos con una felación es posible, sobre todo si sabes hacerla bien. Entonces, ¿por qué no aprovechar y demostrarle de lo que eres capaz?
- Empieza por la punta. Cuando empieces con una felación, en lugar de chupar de inmediato, prueba lo siguiente: empieza calentando el pene con tus labios. Ahora dale a la punta, a su glande, un beso francés, un beso lento, húmedo y sensual. Si le besas el pene con la misma pasión a como lo harías con sus labios, ¡fijo que cae rendido por ti!
- Usa los juegos previos con la lengua. Lame lentamente el pene desde la base a la punta. Necesitas lamer con un poco de presión para notar cómo las venas se van inflamando y notas que da resultado.
- Aprieta la base. Dos de las áreas más sensibles en el pene son la cabeza y la base. Si succionas la cabeza, usa tu mano para apretar en la zona de la base. Esto hará que sienta una doble estimulación y provocará que se ponga más duro además de mejorar la sensación.
- Captura y libera. Es una de las técnicas más divertidas que hay pero sólo si a tu pareja le gusta. Se trata de que, mientras chupas el pene, debes coger sus testículos y presionarlos para después soltarlos. Es una imitación de la eyaculación ya que, cuando llega el orgasmo, los testículos se retraen un poco.
- Masajea el perineo. Como sabes (y si no ya te lo explicamos), el músculo pubocoxígeo es el que “dispara” el semen del hombre. Este músculo está detrás de los testículos, en el perineo. ¿Y cómo hacerlo? Coloca la mano como si fuera una fuente donde colocas los testículos. Ahora, con el índice y el corazón, masajea la zona posterior de los testículos hacia delante, hacia atrás y con movimientos circulares.
