Echar un buen polvo. Tener un final de película. Parece algo que es fácil de hacer. De hecho, en las series y películas lo hacen, así que no debe ser muy difícil. Pero la realidad es que sí lo es, y bastante, por lo que hay que echar mano a unos cuantos consejos que te pueden venir bien.
¿Quieres algunos?
Tocar. Por todas partes. Que no te dé miedo aprenderte el cuerpo de tu pareja, sentir cómo las manos te tocan, dejar que note las curvas, esas zonas que no nos gustan, y las que sí. Hay que tomarse su tiempo en esto porque un buen amante sabe tocar y despertar la excitación en cualquier punto. Pero para ello ha de conocer a la persona ya que, si no es así, poco va a poder lograr.
Besar. Mucho, todo lo que puedas. Pero bien. Un buen polvo se puede echar a perder por un beso de m… Bueno, ya nos entendéis. Y es que los besos son afrodisiacos, son estimulantes, y pueden conseguir reacciones totalmente diferentes de las que llevas. ¿No te lo crees? Eso es que no te han besado bien.
Pregunta. Los amantes no saben a ciencia cierta lo que les gusta a las parejas. Solo cuando se lleva mucho tiempo se puede intuir, pero para un buen polvo has de prestar atención a lo que quiera la otra persona (como la otra persona ha de hacer contigo).
Improvisa. No esperes a tener una cama para tener un polvo. Busca otros sitios, busca otros momentos. ¡Vive! Se trata de disfrutar y de hacer el amor a lo grande, así que todos los lugares pueden venir bien.
Ante todo, seguridad. El condón siempre ha de estar presente, no solo si se usan juguetes eróticos, sino también con la pareja, porque nunca se sabe (salvo que lo conozcas y sepas que está limpio, o limpia).
Habla. Habla con la persona, conócela. Está bien eso de pegarse un calentón y ya está pero, ¿ya? ¿Te vistes y te vas? ¿Ese es un buen polvo? ¿Te quedas satisfecha? Seguramente dirás que sí pero, ¿y después? ¿Qué sensación te deja? No conoces a tu pareja, no sabes nada de ella, a menudo ni su nombre. ¿Y si quieres volver a verla?