¿Te has imaginado alguna vez cómo sería tener sexo en el espacio? Porque, como sabes, en el espacio, por la ley de la gravedad, todo tira hacia arriba, y es posible que consideres que, allí, siempre va a funcionar la pareja… ¿A que sí? ¿A que ahora mismo estabas pensando en eso?
Pues bien, hay que agradecer que exista la ley de la gravedad porque, gracias a ella, el sexo es posible. Verás, según Mark Sergeant, psicólogo de la Nottingham Trent University, en Reino Unido, “el enemigo principal de la actividad sexual en una nave es la tercera ley de Newton, que dice que toda acción provoca una reacción igual en el sentido contrario, lo que implica que realizar un movimiento en una dirección requiere de un esfuerzo en la dirección opuesta –caminar es el ejemplo más claro, ya que si queremos ir hacia delante, primero tenemos que apoyarnos contra el suelo–. En una situación de gravedad cero, el simple hecho de que dos personas puedan permanecer juntas es complicado, ya que no cuentan con una fuerza que tire de ellos en una dirección y los mantenga presionados contra una superficie. Por tanto, los astronautas quedan suspendidos en medio de la nave sin nada contra lo que apoyarse para efectuar los movimientos inherentes a una relación sexual”.
Seguro que a tu mente vienen algunas escenas sexuales de personas “en el espacio” cuando en realidad, el sexo en el espacio, digamos que tendría que esperar un poco porque realmente es difícil de llevar a cabo, no solo por el hecho de que es muy difícil hacer los movimientos normales de una relación sexual, sino también porque es difícil conseguir una erección.
¿Y por qué? Pues porque la sangre, en ausencia de gravedad, suele ir a la zona más alta del cuerpo, es decir, a la cabeza y al pecho, lo que hace que los genitales no tengan tanto riego sanguíneo y, con ello, que no haya una buena erección. Por supuesto, eso no es solo cuestión de los hombres, las mujeres también tienen problema ya que su lubricación no es tan intensa y la vagina no tiene una afluencia de sangre.
Pero añadimos un problema más: la testosterona en los hombres. En el espacio, cae en picado haciendo que su libido descienda a niveles mínimos, vamos, que no tienen ganas de sexo.
Así que, eso del sexo en el espacio, por ahora no va a ser posible.