Dentro del BDSM una persona puede adquirir el rol que quiera de los que se utilizan en esta práctica sexual. Seguro que ya los conoces. Puedes ser dominante, el que ejerce el poder, siendo hombre o mujer; o puedes ser sumisa, de nuevo hombre o mujer, y la persona que es dominada. Pero, ¿sabes que hay un tercer rol?
El BDSM casi siempre se suele calificar por dominantes y sumisos. Pero hay un colectivo de personas que se sienten tanto dominantes como sumisos. En ocasiones, algunos hablan de que todos en realidad somos en algunos momentos de nuestra vida un poco dominantes y un poco sumisos. Pero, ¿qué quiere decir cada rol?
Dominante
El rol de dominante es aquella persona que ejerce un poder sobre otras, que dirige y manda, y al que hay que seguir cuando te ordena algo. Se trata de una persona que le gusta doblegar a las personas que hay a su alrededor (y que son sumisas, por supuesto).
Sumisa
Es la persona que se somete al poder de un dominante. En este caso esta persona ansía ser protegida y dirigida por otra persona, bien porque en su vida real suele ser la que domina y busca una escapatoria en la práctica sexual para poder sentir y no estar pendiente de provocar el placer en el otro, o simplemente porque se siente mejor estando por debajo de otra persona que sabe que la va a cuidar.
Switch
Finalmente hablamos de este rol que tiene una parte de dominante y otra parte de sumisa. En realidad, los verdaderos practicantes del BDSM no ven con buenos ojos a los switch porque para ellos es imposible que una persona quiera ser en un momento dominante y en otro sumiso. Pero los hay, más de los que crees.
En este caso, y como hemos comentado, se trata de personas que pueden actuar como dominantes o como sumisas según con la persona que interactúen. Tienen lo mejor de cada rol pero al mismo tiempo no pueden desarrollar todo su potencial en uno u otro rol.
Ahora que sabes esto, ¿qué rol sería el que te gustaría más?