El erotismo, la sexualidad y todos los temas, que antes se consideraban tabú, ahora han cambiado y, aunque las personas todavía tienen algo de pudor hablando de estos temas, lo cierto es que también se están abriendo cada vez más a probar nuevas formas de sexo, entre ellas, el ser swingers. ¿Sabes lo que es?
Ser swinger no es algo fácil porque dejar que otra persona mantenga relaciones sexuales con tu pareja no siempre es algo que se tolere fácilmente (se vea o no se vea) pero, aún así, parece que este juego está causando mucho morbo y curiosidad allá donde los haya, sobre todo en parejas latinoamericanas, aunque en España parece que también es algo que empieza a llamar la atención.
Y es que cada vez son más los que se preguntan si es algo bueno o no para las relaciones de pareja porque, entre algunos efectos, se rompe por completo con la rutina aunque puede provocar, entre otras cosas, el hecho de que se rompa la relación o que cambie de ser una relación de pareja a solo compañeros de casa.
Existen además diferentes tipos de swingers que son: los que observan, los que invitan a una persona sola (un trío), los que son observados o los que hacen un intercambio completo (la pareja de uno con la pareja de otro y los dos restantes juntos también).
Como juego es algo que no está mal siempre y cuando haya confianza en la pareja para hacerlo ya que siempre se puede dudar a la hora de volver sobre si se lo pasó bien, si está mejor con la otra persona, si le ha gustado más, etc. Esto siempre debe ser algo de dos personas, nunca hacerlo solo por contentar a una sola persona.