Al igual que los hombres tienen sus puntos erógenos, también las mujeres tienen los suyos, en este caso un poco más extensos que los hombres, porque las mujeres suelen tener el sentido del tacto un poco más desarrollado.
Así, como puntos erógenos puedes encontrarte con:
Orejas. Más que las orejas serían los lóbulos de las orejas. Se derretirán si las muerdes con suavidad y tiras un poco, si succionas o, según qué mujer, si metes la lengua en su oreja.
Cuello. Es uno de los lugares donde las mujeres pueden tener mucho placer si se sabe hacer bien. El hecho de que sea una zona cercana de los pechos, otro punto erógeno, hace que la excitación sea mayor. Prueba a besarla por el cuello de arriba a abajo succionando lento después.
Pechos. Los pechos es uno de los puntos erógenos del 90% de las mujeres, donde pueden sentir mucho placer. Para ello hay que estimularlos pero básicamente puedes pellizcar los pezones, besar los pechos, lamerlos, junto con los pezones, succionar, como si de un bebé te trataras, etc. Todo eso hará que la mujer no pueda evitar lubricar del deseo.
Monte de venus. El monte de Venus es un último escalón antes de llegar donde más placer va a sentir. En este lugar, si tiene vello, puedes mordisquearlo o tirar como un contraste entre placer y dolor.
Clítoris. Es el punto erógeno más importante de las mujeres y con el que puedes conseguir llegue al orgasmo. ¿Quieres probar? Requiere de una estimulación constante pero gradual en picos, es decir, lento, rápido; rápido, lento… variable.