¿Te ha llamado la atención alguna vez la penetración de una mujer a un hombre? ¿Te has informado de ello? ¿Se lo has planteado a tu pareja?
Hay muchos hombres que, cuando hablas de penetrarlos a ellos, se cierran en banda porque no ven un comportamiento normal en eso. Sin embargo, hay otros muchos que deciden probar, primero para saber qué se siente, por curiosidad, y segundo porque quieren saber si les gusta o si van a tener un resultado más satisfactorio.
Si tu pareja te deja, ¿lo harías? Pues para aquellas que se quieran atrever, aquí van los pasos para penetrar a tu pareja.
Información
Antes de hacer nada nuestra recomendación es que intentes nutrirte de toda la información posible para realizar esta penetración. Y si lo hacéis en pareja mucho mejor. Es una forma de calmar los nervios y de ver qué puede pasar cuando estéis en el lío.
Una vez hayáis recopilado la información necesaria y la hayáis leído y puesto en común, que habléis de las dudas, de los miedos, etc. (incluso os asesoréis), tocará pasar a la acción.
Preparación
Antes de meter cualquier cosa por el ano de tu pareja hay que llevar a cabo una preparación. Nuestra recomendación es la siguiente:
Ducha. La ducha puede servir de preparación y de preliminar porque podrías lavarlo tú a conciencia y, de paso, hacerle disfrutar de un masaje de tus manos (y lo que no son tus manos).
Higiene en el ano. Muchos deciden tomarse un laxante antes de la penetración anal para evitar sustos o imprevistos. Y los puede haber. Por eso es mejor que el canal esté lo bastante limpio para que no dé grima ni haya sorpresas después. Si tu pareja decide tomarlo, considera hacerlo antes incluso de la ducha porque el efecto puede tardar varias horas y al final tendrá que volver a ducharse.
Estimula. La estimulación cuando hay una penetración anal suele centrarse sobre todo en la zona “trasera” pero en realidad no tendría por qué ser así. Si lo has duchado ya estará excitado y entonces sí podrás pasar a la zona de atrás pero si no es así, recuerda que todo su cuerpo puede ser un volcán y estar excitado le ayudará a relajarse mucho más en la penetración.
El ano. Vale, ha llegado la hora de acercarse al ano y empezar a estimularlo. Para ello los dedos y la boca (más concretamente la lengua) van a ser imprescindibles. Eso sí, usa un lubricante anal porque esta zona no tiene lubricación natural y hacerlo “a pelo” no va a ser nada agradable. Así que no dudes en usar una buena cantidad de lubricante que ayudará a dilatar el agujero. Si además usas el “beso negro” con tu boca mejor aún (pero cuidado con el lubricante que usas porque debe ser uno que sea comestible o al menos no tóxico.
Hora de entrar. Cuando veas que tu dedo puede entrar sin problema en el agujero será el momento de empezar a penetrar con otros instrumentos. En las tiendas de juguetes eróticos puedes encontrarte varios productos, desde los más sencillos, para principiantes, a otros más experimentados. Si es la primera vez, ve a por los pequeños.
Dificultades. La penetración anal no es fácil. Necesitas que esté relajado, excitado y predispuesto. Muchos recomiendan que, a la hora de la penetración, lo que se haga sea apretar como si fueras de vientre. De esa manera el agujero se abre y con ello podrá entrar más fácilmente un dildo o un plug anal.
Muévete. Finalmente tendrás que moverte para que sienta algo. Eso sí, no te olvides de acariciar otras zonas como son los pechos o incluso el pene. Una doble estimulación anal y del pene puede catapultarle al placer máximo.
Es posible que la primera vez no sea muy satisfactoria pero la zona anal puede ser difícil de disfrutar en un primer momento. Si pasa eso, intenta darle un par de oportunidades más antes de que se deseche la idea.