En esta ocasión vamos a tratar un tema de salud sexual importante y que conviene que todo el mundo sepa porque hablamos de una de las enfermedades de transmisión sexual que, a lo largo de tu actividad sexual, podría darse el caso de contraer: la gonorrea.
Lo primero de todo es decir que es una enfermedad curable. Tampoco eso significa que no haya que tomar precauciones a la hora de practicar sexo pero sí es un problema que, lejos de otras enfermedades, puede curarse (aunque también puede haber consecuencias).
La gonorrea es una infección bacterial causada por una bacteria llamada Neisseria gonorrea que se transmite en las relaciones sexuales tanto vaginales como anales u orales. Puede afectar tanto a los hombres como a las mujeres.
Gonorrea en las mujeres
En el caso de las mujeres, los síntomas de la gonorrea a veces son muy leves y no llegan a notarse pudiendo confundirse con una infección vaginal o una infección de la vejiga. También puede aparecer líquido por la vagina y dolor al orinar.
Gonorrea en los hombres
En los hombres, los síntomas sí son más serios. Hablamos por ejemplo de líquido amarillo por la uretra, dolor al orinar o ardor en el pene, sobre todo después de haber orinado. Otros hombres han podido tener también dolores fuertes. Eso sí, hay hombres que pueden carecer de síntomas.
Para poder saber si una persona tiene gonorrea o no, lo más normal es mediante un análisis y otras pruebas que se han de llevar a cabo por un médico. En general, una vez diagnosticado, el uso de antibióticos, si la gonorrea se ha tratado a tiempo, es la mejor solución y la más rápida pero si una persona no se trata puede haber consecuencias importantes como, en la mujer, la enfermedad inflamatoria de la pelvis que puede dejarla estéril; y, en el caso de los hombres, igual, esterilidad.
Si esa gonorrea se contagia durante el embarazo, el bebé puede nacer muerto o ciego.
Es por eso que utilizar los métodos de prevención es lo mejor para evitar este tipo de problemas.
