El pasado 9 de julio se estrenó en televisión la serie Harlots: cortesanas. Y desde ese momento ha habido muchos comentarios a favor y en contra de ella.
Primero de todo te pondremos en antecedentes. Harlots es una serie en la que se explica cómo era la actividad sexual más antigua del mundo: la de las prostitutas. Concretamente se centra en el siglo XVIII y aunque hay muchas cosas inventadas, lo cierto es que habla del negocio de la prostitución de una forma dura y cruda, pero también teniendo en cuenta que era así: violaciones, estar supeditada a los hombres, no tener libertad, etc.
En la serie se nos presentan varios personajes diferentes, cada uno con un pasado y un futuro incierto. Destaca sobre todo la historia de la niña pequeña de la protagonista quien no quiere dedicarse a la prostitución (aunque en realidad en el primer capítulo sí que esperaba convertirse en la mejor de todas). También la historia de una mujer negra que lucha por sus hijos, bastardos de un hombre pudiente, teniendo que ejercer la prostitución para pagar la deuda que ha generado.
Otro aspecto a destacar de la serie son, sin duda, los escenarios. La forma en que presentan el sexo, pudiendo hacerse en una casa o en la calle, a vista de otras personas, lejos de escandalizar, era algo normal ya que los hombres tenían necesidades y las mujeres cobraban por ello.
En general podemos decirte que la serie sigue una trama adecuada y nos muestra un mundo que para muchos es desconocido. Pero, al mismo tiempo, nos da una visión de cómo se veía el sexo antes y cómo se ve ahora (una visión en la que no se veía tan mal el tener una “amante” y costearla de todo al margen de la mujer que se tenía).
Claro que eso, en la vida real y actual, sería más problemático, ¿a que sí?