Tener la regla puede ser un fastidio. Lo sabemos. Pero viene todos los meses hasta que pasas por la menopausia. El problema es que, en ocasiones, hacemos cosas que no deberíamos cuando estamos con la regla (o cosas que sí deberíamos pero no las hacemos).
Para evitar que sigas haciéndolo, aquí te vamos a dar las claves para que, si lo haces y está bien, sigas haciéndolo. Pero si no, ya sabes, hay que cambiar.
Depilarte. Cuando se está con la regla el estrógeno baja mucho y eso hace que los dolores se intensifiquen. Puede ser que tengas una tolerancia alta al dolor, pero en el periodo esa tolerancia baja y por tanto, si te depilas con cera, puede ser que notes mucho más y que sea más incómoda de lo que ya es.
No usar protección adecuada. En ocasiones la protección la utilizamos en base a lo que manchamos. Y sí, está bien. Pero cuando nos vamos a dormir pensamos que esa protección es suficiente y después, por la mañana, nos encontramos que ha habido un accidente. No porque estés tumbada quiere decir que vayas a manchar menos; tu cuerpo se relaja más y, aunque no te des cuenta, también se mueve más con lo que acabarás manchándote. Por eso es que deberías usar más protección por la noche que por el día (más que nada porque por la noche puedes pasar unas 8 horas sin cambiar la protección y por el día notas si lo necesitas).
No hacer ejercicio. ¿No haces ejercicio con la regla? Pues muy mal, ¿acaso no sabes que el ejercicio puede ayudarte a liberar endorfinas y hacer que te sientas mejor además de aliviar el dolor?
No consumir productos lácteos. Sí, es posible que te llame la atención esto pero se ha visto que los productos lácteos tienen un ácido llamada araquidónico que causa más cólicos y calambres en la parte baja del abdomen con lo que tendrás más dolor si los consumes con la regla.
No consumir comidas con sal. La sal es perjudicial para el cuerpo y si tenemos en cuenta que ya con la regla puedes retener líquidos (y subir hasta 2 kilos de peso), lo cierto es que la sal no te ayuda porque te ayudará a retener más líquidos aún, a que te hinches y a que los calambres y cólicos sean más fuertes.
