Aunque no lo creas, desde hace años, siglos incluso, los harenes han existido. Y no, no solo ha habido harenes de mujeres, también han existido harenes de hombres para satisfacer los deseos de una sola mujer (claro que, en este caso, de forma minoritaria y algunas veces escondidos). Sin embargo, aunque es un tema que puede no gustar a algunas, lo cierto es que existen y dudamos que vayan a extinguirse.
El caso es que podemos referenciar mucho sobre los harenes en todo el mundo y hemos decidido comenzar con los harenes en la India, un lugar conocido y lleno de misterio donde, tener un harén, podía ser algo muy curioso.
En la India, desde hace mucho tiempo, los reyes hindúes eran polígamos porque no solo tenían a una esposa principal, es decir, esa mujer que era “legítima” y a la que se le otorgaba el título de pareja del rey (y por tanto reina) sino que además había otras mujeres que se ocupaban de agasajar al rey y de darle descendencia (no fuera a ser que la reina principal no pudiera hacerlo). Todas ellas vivían en la zenana, aislada mediante muros con jardines y servicios dignos de las que satisfacían al rey. Solo él, y su eunuco anciano podían acceder a la zenana. Los niños que nacían también vivían allí hasta la edad en que se hacían mayores y eran apartados de su madre para que sirvieran al “rey”.
La vida dentro de la zenana estaba colmada de lujos. Cada mujer tenía a muchas sirvientas que les servían para cuidar su belleza, para entretenerlas, para ayudarlas a vestirse, lavarse, etc. Podríamos decir que tenían una vida fácil ya que no siempre todas daban satisfacción al rey, solo las que él quería.
Sin embargo, una vez los musulmanes conquistaron la India, el concepto de harén indio se perdió o mejor dicho se fusionó con el musulmán. Aún así, sigue conservando algunas tradiciones de los antiguos como el hecho de seguir denominando a ese palacio para las doncellas del rey zenana.
¿Te animarías a entrar dentro de un harén en la India?
