Ya seas una mujer que quiera “domar” a su hombre o un hombre que quiera “educar” a su sumisa, en ambos casos es adecuado saber dónde se puede golpear en caso de que los azotes sea algo permitido y que los dos disfrutéis y queráis que forme parte de la relación.
Hay algunas zonas dentro del cuerpo, tanto masculino como femenino, que no deberían golpearse por ningún objeto ni tampoco ejercer presión en ellas debido a que son zonas de circulación y se puede hacer mucho daño a la persona. Es por eso que hoy te vamos a decir dónde estar bien dar azotes:
Zonas seguras para azotes. Son aquellas que se pueden golpear con firmeza porque no tienen peligro alguno. Puede ser el trasero, los antebrazos y los muslos externos. En este caso se pueden utilizar otros instrumentos.
Zonas intermedias para azotes. Son aquellas que pueden golpearse pero con cuidado y en una intensidad media. Hablamos en este caso de los pechos, los muslos internos, las pantorillas o los brazos y omóplatos. También las palmas de las manos.
Zonas rojas de azotes. Son aquellas zonas donde no se debe golpear directamente. Hablamos de las rodillas, la espalda o la cara, los pectorales, el abdomen o las piernas y pies.
Zonas críticas para azotes. Zonas íntimas, el cuello y la barbilla, rodillas y tobillos, o las axilas son zonas muy peligrosas que jamás deberían golpearse porque se puede poner en riesgo a la persona que los sufre.
Esto no quiere decir que no puedas golpear en según qué zonas, todo dependerá de la persona con la que hagas la sesión y si es capaz de aguantarlo o no (por ejemplo, el bastinado, que es golpear las plantas de los pies, a veces hasta el punto de hacer marcas y sangre en ellos). Hay mujeres, y hombres, que aguantan el dolor en sus genitales y que además les gusta pero, en otras zonas más seguras, como los muslos externos, les duele demasiado y no les gusta. Es por eso que, a la hora de plantear los azotes, hay que conocer bien dónde le gusta y dónde no para sacarle partido a eso.