Una de las muchas fantasías que pueden tener las mujeres, y también muchos hombres, es la eyaculación femenina, también conocida como squirt.
Se trata de una eyaculación como en los hombres solo que, en el caso de las mujeres, se produce cuando el orgasmo y la estimulación es extrema, tanto que el cuerpo se deja llevar.
Conseguirla no es nada fácil porque no solo depende de la estimulación y el erotismo que haya en la pareja, sino también que la mujer se sienta cómoda y que no haya prejuicios (por ejemplo, el hecho de que piense que eyacular pueda significar miccionar y lo retenga). Además, hay algunas posturas sexuales que pueden ayudar. ¿Quieres saber cuáles?
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Con las piernas arriba. Si tu pareja te sujeta las piernas, por ejemplo con el cabecero de la cama, lograrás tener un orgasmo mucho más intenso y al mismo tiempo conseguirá una penetración profunda que estimulará mucho mejor esa zona y, con ello, aumentarás las probabilidades de esa eyaculación femenina.
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Sentada sobre tu pareja. Si prefieres tener el control, entonces haz que sea él quien esté tumbado y tú sentada encima de él. Serás tú quien lleve la velocidad, el ritmo, los movimientos y, en definitiva, todo lo que necesitas para conseguir estallar en un orgasmo y, con ello, también la eyaculación (aunque puedes hacer que tu pareja te ayude con una estimulación del clítoris, por ejemplo).
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Él debajo, tú encima. Ponte en situación: él se tumba de espaldas en la cama y, encima de él, te pones tú, también de espaldas. De este modo, él puede penetrarte por detrás al mismo tiempo que tiene acceso a tus pechos, clítoris, vagina, etc. y puede ocuparse de todo eso.
Lo más importante para conseguir la eyaculación femenina es no pensar, solo sentir. Porque las sensaciones al principio son como de necesitar ir al baño. Un consejo es ir antes de mantener relaciones para tener la vejiga vacía y así no crear angustia con respecto a esto.