Son muchas las personas gays que, a la hora de practicar sexo con sus parejas, deben recurrir a un condón para evitar enfermedades. Sin embargo, ese condón, utilizado por otro lugar que no es el habitual, y siendo tan delgado como es, tiene a romperse más fácilmente y puede provocar problemas.
Por eso es que, tanto para este colectivo como, en general, para aquellas personas que practican sexo anal, están creando un preservativo para el sexo anal.
El condón, fabricado en Japón por la empresa Origami Condones, está siendo probado en estos momentos en el Instituto Fenway de Boston como un ensayo de los Institutos Nacionales de Slaud de EEUU para mejorar el confort y la sensación además de estimular también los genitales.
Los condones están hechos de silicona y sirven para minimizar el riesgo de contagio del VIH o sida así como cualquier otra enfermedad de transmisión sexual. De hecho, aunque están enfocados para los homosexuales, el condón lo puede utilizar cualquier otra persona que quiera probar el sexo anal.
Por ahora, no se sabe cuándo van a poner a la venta el condón pero sí se sabe que hay muchos fabricantes de condones que están interesados en el producto y en conseguir la licencia del diseño.
Suponemos que el siguiente paso, cuando ya lo saquen al mercado, es dar algunos en prueba para saber si tiene éxito, y sobre todo enseñar a utilizarlo bien porque, según parece, su diseño es algo diferente (también habrá que ver si las sensaciones son las mismas que con otro tipo de condones o “a pelo”, o sin embargo, hay problemas para tener las mismas experiencias.