Has ido al ginecólogo y te ha dicho que tienes atrofia vaginal. Y como te lo ha dicho te has quedado, sin saber lo que quiere decir. ¿Es que también se atrofia la vagina? ¿Es porque no has tenido sexo en un tiempo? ¿Eso le puede pasar?
Tranquila, vamos a hablarte de un problema que puede afectar a muchas mujeres, sobre todo aquellas que pasan por la menopausia. Aunque no es exclusiva y tampoco te puedes fiar ya que esto puede afectar a edades más tempranas.
Y es que la atrofia vaginal se produce por una disminución de los estrógenos que afecta a la vagina ya que se produce un adelgazamiento en las paredes de la vagina y una falta, total o parcial, de lubricación, con lo que hay problemas de sequedad e inflamaciones vaginales.
Esta enfermedad afecta sobre todo a las mujeres postmenopaúsicas pero no podemos decir que sea realmente un problema único de ese periodo, lo cierto es que también puede afectar a mujeres más jóvenes e incluso a mujeres después de un parto o durante la lactancia.
El problema puede tener solución si se acude a un profesional para ver el grado en que la atrofia vaginal se encuentra. A menudo con algún lubricante se puede ayudar a que haya una mejora, así como cambiar un poco los hábitos sexuales y mantener una buena higiene vaginal para que no haya infecciones u otros problemas que afecten a las relaciones sexuales. La ayuda de su compañero sexual también es importante ya que habrá que darle más importancia a los preliminares que al coito propiamente dicho.
De hecho, aunque la atrofia vaginal puede afectar a muchas mujeres, sólo el 20-25% de las mismas acuden a un profesional para que las ayude, lo que nos dice que todavía no se ve al ginecólogo como un médico con el que mantener un control periódico, quizá porque persiste el miedo de muchas mujeres a acudir a este tipo de consultas.
