Poner un condón no tiene mucho misterio. De hecho son los hombres los que se lo ponen pero eso no quiere decir que las mujeres no sepamos hacerlo. Ahora bien, el que sea fácil también conlleva que, en ocasiones, cometamos errores por esa facilidad que nos da, y al final el resultado puede ser catastrófico, por no decir que podríamos tener que ir a urgencias por no saber poner bien un condón.
Por eso hoy vamos a darte ciertas claves importantes para evitar los problemas habituales a la hora de usar preservativos.
Usa una talla correcta. En el mercado hay muchas tallas de preservativos ya que, como sabes, no todos tienen el mismo tamaño de pene. Hay algunos más gruesos, otros más largos, algunos más cortos. Esto hace que tengas que revisar bien la talla. Para que te quede claro: el preservativo tiene que cubrir todo el pene desde la base a la punta, eso sí, dejando un pequeño espacio para la eyaculación.
El envoltorio se abre con las manos. Nada de con los dientes porque, si lo haces así, se puede romper fácilmente. Lo mismo si lo sacas rápidamente, o con las uñas afiladas, de tal forma que, al ser tan delicado, se romperá y no funcionará bien.
El condón se desarrolla al ponerlo, no antes. Ni se te ocurra desenrollarlo antes de ponerlo pensando que da igual. Lo cierto es que si lo haces, puede ser difícil ponerlo, o que te equivoques y lo pongas al revés.
El condón quieto. Y con quieto quiere decir que se quite antes de acabar. Ni se os ocurra porque en realidad eso lo único que va a conseguir es que haya peligro de embarazo o incluso una posibilidad de tener una ets.
El condón con su fecha de caducidad. Todos los condones tienen fecha de caducidad y no es bueno usar uno que esté caducado porque los productos con los que está hecho pueden dar reacciones alérgicas pasado ese tiempo para su uso.
El condón, bien puesto. Porque si no lo pones bien o te baila, lo más normal es que, en una de esas penetraciones, se pueda quedar dentro de la pareja y entonces, ¿qué se hace? Si no se puede sacar hay que acudir a urgencias para eliminarlo (ya que, de lo contrario, puede ser perjudicial para la salud).