Soy el tipo de mujer que a sus vibradores les pone nombre y a muchos de tíos que se folla los llama churri, así de importantes son mis juguetes para mi. En efecto, soy una pajillera, si, me encanta masturbarme y no me avergüenza reconocerlo, pero bueno, esto ya no está considerado raro, ¿verdad? Repito, ¿verdad?
Hay una diferencia muy curiosa con la masturbación entre hombres y mujeres, los tíos reconocen hacerse pajas desde bien jovencitos, las comentan con los amigos igual que comentan un partido e incluso hacen quedadas para ver porno y darse un gustito al cuerpo, así en plan colegas! Eso si, sin mariconadas y desde el más absoluto respeto.
Sin embargo, ¿que pasa con nosotras? también nos masturbamos, ¿no? Vamos a suponer que si, que esto ya no es un tabú y que todas lo hacemos, vamos a obviar que todavía existen mujeres que afirman que ellas no, que no lo necesitan. Que palabra tan interesante y recurrente cuando sale este tema, veamos…
Necesidad, las mujeres que se masturban lo hacen por necesidad. Y no lo dicen ellos, no, ellos simplemente lo creen, si si, firmemente lo creen, imagino que será cosa de que para muchos -que no todos- el placer femenino deba ir asociado siempre a la figura masculina, esto ya de por si es a mi me da que pensar, pero sabíais que aun hay mujeres que lo corroboran? Igual no lo dicen así, con todas las letras, que dicho así no suena a moderno, pero si leemos entre lineas… Este es el mensaje que me sale a mi.
Cuántas veces habré oído en boca de mis propias amigas que ellas jamás han tenido un vibrador, que prefieren los penes de verdad, ¡como si a mi las pollas no me gustaran! Oye! Que me guste masturbarme no me convierte en pollafóbica, ¿eh? ¡A mi no me llames eso!¡que a mi me encanta un buen pene! Pero los vibradores también. Esto me recuerda mucho a cuando te preguntan de pequeño que a quien quieres más, si a mamá o a papá, que vicio más feo ese de tener siempre que decidir, aun cuando no es necesario y se podría tener todo, como es el caso. Pues si yo tuviera que elegir… mi decisión dependería del día y del pene, como es lógico.
Si yo fuese la única pajillera del mundo no existirían tantas tiendas y tanta variedad de productos para la mujer, entonces… Si en general todas preferimos los penes de carne y no los de plástico –yo los de plástico tampoco, soy más de silicona.- Por qué son artículos tan demandados?
Hay excepciones por las cuales es “normal” que una mujer use juguetes, por ejemplo, épocas de sequía, volvemos a la palabra necesidad, si no tenemos actividad sexual con otras personas, es perfectamente comprensible que saques tu conejito rampante a dar un paseo de vez en cuando.
También es el regalo top ten de “mejor amiga” eso si, en plan coña, claro, porque a ella en plan coña le regalaron uno idéntico y ella también piensa que a ti también te haría falta algo con lo que… ejem… reírte.
Y es que tampoco están tan mal, verdad? Al menos son divertidos, tanto que tu novio ha pensado exactamente lo mismo que tu amiga y también ha comprado uno, por hacer algo nuevo y salir un poco de la rutina, que seguro que pasáis un rato entretenido, aunque por supuesto, no lo necesitáis. A que no?
Eso si, si lo comparamos con el de tu amiga… ésta te regaló el Ferrari de los vibradores y tu chico ha comprado un modelo más tirando a Seat Panda, no vaya a ser que te acabe gustando más que su juguete, que esta es otra y da para otro artículo “Hitachi wars, la amenaza fantasma” Chicos, tranquilos, un dildo no es Rebeca de Mornay, nadie quiere sustituiros.
Muchos pensaréis que estoy exagerando, ¡pues no! La RAE también me da la razón.
Un truquito que usamos los escritores es el uso de diccionarios de sinónimos, y yo, que soy muy fina y no quería convertir mi texto en un huerto, con nabos, pepinos y demás hortalizas con forma fálica, he ido a buscar sinónimos de la palabra dildo, cuál ha sido mi sorpresa al ver que la palabra “dildo” NO EXISTE! Sin embargo, hay otra que a mi me suena muy fea y que además confirma todo este rollo que os estoy contando, por favor, redoble de tambor, que la ocasión lo merece. CONSOLADOR! Y dice así:
- adj. Que consuela.
- m. Aparato, generalmente en forma de pene, utilizado para la estimulación sexual.
¿Me creéis ahora? ¿todavía no? Pensad en cada vez que ha salido el tema en una conversación cotidiana con amigos, en el trabajo, comiendo con la familia… Una vez, durante una reunión familiar con la COPE de fondo, mi anciana tía de 83 años soltó que no le extrañaba que el índice de embarazos no deseados fuera tan alto, que ahora nos enseñaban a masturbarnos en el colegio, yo como fui a uno público tuve que aprender sola, con los plastidecor y los carioca, como toda hija de vecina, creo que por eso me entusiasmaba tanto a principio de curso ir a comprar el nuevo material escolar.
Bueno, que me desvío -aun más- Cada vez que habéis reconocido abiertamente que os gusta masturbaros con juguetes sexuales, ¿Os vienen a la cabeza frases del tipo…? “Yo solamente cuando no tengo novio” -He aquí alguien que encontró consuelo y dio a la RAE la acepción- “a mi es que me gustan más las de carne” -Siempre he pensado que una dieta variada y equilibrada es fundamental- “yo no necesito esas cosas” -Toma ni yo! Ejem…bueno…. yo igual si.
También hay quien incluso muy amablemente os habrá ofrecido su pene pensando que es realmente lo que os hace falta y que os va a gustar más. “el mío es mejor que un trasto de esos” “Eso es que aun no has probado la mía”-Si no quedo satisfecha entonces ¿me devuelves mi dinero? Punto para los vibradores- o su inestimable ayuda por si no puedes tu sola “Eso mejor acompañada, ¿no? Si quieres yo te ayudo, chata” Como si estuviésemos mancas o no supiésemos hacerlo solas!
Seguro que después de leer esto alguno ya le está viendo futuro profesional.
Pese a la opinión popular, yo creo firmemente que ser una pajillera y estar bien follada SI SE PUEDE! Y que además masturbarse es de guapas. Que los juguetes para adultos no son exclusivos de quien no tiene pareja sexual, ni excluyentes de quien si la tiene y la disfruta.
El sexo con éste tipo de artículos es igual de bueno y válido que cualquier otro tipo de sexo, no sólo están destinados a suplir una carencia, se puede disfrutar plenamente de ellos sin que te falte nada. Sólo porque te gustan, sin más, a mi me encantan y a Dios pongo por testigo que siempre he tenido algo que llevarme a la boca!