Los seres humanos somos muy complejos. Desde el mismo nacimiento nos califican según nuestro sexo en hombres o mujeres pero no se atiende a lo que en realidad nos sentimos. No sabemos qué somos, qué queremos, qué va a ser de nuestra vida. Nada. Pero sí nos califican como hombres y mujeres sin siquiera preguntarnos y nos hacen crecer en base a unas creencias sobre los hombres y las mujeres.
Pero, ¿qué pasa si una mujer se siente hombre? ¿Y si un hombre se siente mujer? Cuando nos damos cuenta de que el cuerpo no corresponde con lo que nosotros nos sentimos, surgen las dudas, las depresiones. No se está a gusto con su cuerpo, ni con lo que hace. Nada hace felices a esas personas porque se encuentran atrapadas en un cuerpo que no consideran suyo, que no ven como suyo.
Desgraciadamente estos casos, que no son pocos, no se conocen tanto y pasan por situaciones de acoso, dudas, depresiones y, en algunos casos, intentos de acabar con su vida porque no son entendidos. Cuando la genitalidad, o el hecho de clasificar a una persona según sus genitales actúa, a menudo deja a esas personas que no se reconocen en el cuerpo que tienen con un vacío.
Existen muchos casos en los que hombres no se sienten como tales, sino mujeres; y al contrario, mujeres que se sienten hombres. Son personas transexuales, o transgenéticas, que necesitan cambiar su aspecto físico (y su propio cuerpo) para ser lo que realmente son: hombres o mujeres, no el cuerpo erróneo. De hecho, muchas se someten a operaciones para eliminar los rasgos del género con el que no se identifican y parecer lo que en su interior conocen.
Casos así son, por ejemplo, los de varios niños que han cambiado de género porque no se sentían felices con su cuerpo y ahora viven mucho mejor y se aceptan tal como son (además de ser aceptados por los demás).
Este colectivo todavía no está aceptado en una sociedad que sigue clasificando a las personas por su sexo, y no por cómo se sienten. Y eso hace que muchos sigan callando sus verdaderas inclinaciones y necesidades para ser realmente felices. Y cuando solo se tiene una vida, eso es muy triste.