En una sesión de sexo, lo normal es que la penetración sea siempre igual, es decir, de dentro a afuera, de fuera a dentro, y así con la misma velocidad, la misma profundidad, el mismo movimiento de cadera, todo igual hasta que consiguen la eyaculación. Lo que quizá no sepas es que hay muchas formas de penetrar y, en el mismo Kamasutra, puedes tener algunas ideas originales para cambiar la rutina misma de la penetración. ¿Quieres saber cuáles son?
Golpe de jabalí
Según el Kamasutra, uno de los lados del clítoris es más sensible que otro por lo que conviene saber cuál es ese lado y potenciar la penetración hacia esa zona. Una de las posiciones es subiendo una de las piernas, en este caso la del lado que sea más sensible, y penetrar con más fuerza. Otra opción es hacerlo al revés para una penetración más lenta pero al mismo tiempo, con la mano, se debe estimular la zona del clítoris que es más sensible.
Un bufete
Imagina que estás tumbada en la cama. Tu pareja se retira completamente y después entra con un golpe duro y rápido. Es una forma de penetración que debe usarse solo cuando se está muy excitada y además debe limitarse solo a unos cuantos golpes porque puede acabar siendo dolorosa, no solo para la mujer, sino para los propios hombres.
Golpe de toro
¿Te acuerdas lo que hacen los toros al mover la cabeza para que los cuernos sean más peligrosos? Pues algo así es la penetración en este caso. Se trata de introducir el pene pero moverlo rápido por toda la vagina. De nuevo hablamos de un movimiento limitado ya que no se puede hacer mucho tiempo.
Penetración invertida
También llamada perforación, se centra en penetrar desde atrás, es decir, la mujer tumbada en la cama boca abajo mientras que el hombre se coloca encima y la penetra paralelamente de modo que, cuando se mueve dentro y fuera, estimula también el clítoris al friccionarlo con las sábanas, cojín o lo que haya debajo.
A golpe de ritmo
¿Has probado una penetración basándote en el ritmo de una canción? Pues de eso se trata, de buscar una canción que pueda llamar la atención y que sea cañera y pedirle que “baile con su pene”. Dentro de ti, por supuesto.
