Muchas veces hemos dicho que, cuando se practican relaciones sexuales, los sentidos del olfato, el tacto y el oído se incrementan, aun cuando el de la vista siga estando ahí. Sin embargo, ¿qué pasa con el sentido del gusto? En realidad también se incrementa pero el problema es que no se suele utilizar.
Por eso vamos a cambiar un poco las cosas y a darte algunas ideas para que el sentido del gusto entre en la relación sexual y haga pasar un momento mucho más agradable y excitante porque, ¿acaso no sabes que el gusto puede hacer que la tensión sexual entre la pareja suba mucho más?
Para que el sentido del gusto entre en juego es necesario tener algunos productos para conseguirlo. Y entre los más utilizados ahora mismo están:
Caramelos de menta. De hecho hay una marca concreta que se usa muchísimo ahora por la experiencia que da, no solo a la persona que lo tiene en la boca, sino también a la otra. Para ello solo tienes que meterte un caramelo en la boca, saborearlo, y después empezar a besar a tu pareja. Es ideal para el sexo oral porque da una sensación entre placentera y picante, tanto para mujeres como para hombres.
Sirope de chocolate. O del sabor que más te guste a ti. Es una forma de comerte a tu pareja y de degustar un buen manjar. Eso sí, cuidado dónde lo echas, no vaya a ser que al final acabéis pringosos los dos. Lo mejor, usarlo en una zona de fácil limpieza. Eso sí, cuida tu higiene antes, sobre todo si lo echas en partes muy sensibles.
Crema batida. Es un clásico dentro de los productos a usar para el gusto. Su consistencia es fuerte con lo que no se va a ir a ningún lado.
Lubricantes. En las tiendas eróticas vas a poder encontrar lubricantes con sabor. Ahora bien, ten cuidado porque has de saber si esos lubricantes pueden comerse o no (hay algunos que dan olor pero que no se deberían tragar porque no son buenos). Asesórate antes de probarlos.
Preservativos de sabor. Lo mismo que los lubricantes. No hay muchos tamaños para este tipo de condones y suelen ser caros, pero si quieres probar, por una vez, creo que podrás permitírtelo.
