El sexo puede llegar a ser muy divertido cuando nos lo planteamos. Las personas, por naturaleza, somos muy creativas y se nos ocurre cada cosa que nos hace pensar mucho. Pero, ¿qué pasa cuando además de inventar en la intimidad, se hace público? Y es que hay algunas prácticas sexuales que resultan insólitas y que, conocerlas, es saber mucho, pero practicarlas más aún.
Por eso hoy en esta serie de artículos que iniciamos, vamos a tratar algunas de esas prácticas que, aunque no lo sepas, a lo mejor ya has practicado. ¿Estás preparada?
Abdorgasmos
Se trata de llegar al clímax cuando haces ejercicio. No, no nos referimos a un ejercicio en general sino en aquellos específicos: montar en bici, hacer aerobic, montar a caballo, levantar pesas, practicar yoga, etc. En su nombre se dice, abdomen, porque se presiona esa zona, o bien se fuerza, de tal forma que concentras toda la atención en ella y, quieras que no, provocas un orgasmo.
Bangover
En este caso hace referencia a una resaca muscular después de una noche de desenfreno. Es decir, que te has pasado toda la noche manteniendo relaciones sexuales y al día siguiente estás que no te puedes mover. Algo parecido al término “hangover”, que es la resaca después de una borrachera. Pues bien, tú te las has tomado pero de sexo.
Foxy biquini
Vale, esto la verdad es que es muy, pero que muy extraño. Porque nos vamos a encontrar una práctica que no tiene lógica, además de que podemos hacernos daños, vamos, digo yo. Os pongo en situación: os depiláis el totó entero, sin que quede un solo vello púbico. Vale, y ahora cogéis mechonos de pelo teñido de zorro y los ponéis ahí (no preguntéis cómo). La pregunta es obvia, ¿para qué buscar a un zorro si ya tenías la mata de pelo tú?
Matutolagnia
Matuto seguro que os puede sonar a matutino. Y como estamos hablando de sexo, ¿qué tal el primer polvete de la mañana? Pues esa es la práctica, que le han buscado un nombre muy, pero que muy raro y que casi nadie va a entenderlo (menos los que lo practiquen, claro).
