BDSM

Juegos de BDSM para explorar tu lado Grey o tu lado Anastasia (I)

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Desde que saliera la trilogía 50 sombras de Grey, muchas parejas han descubierto el BDSM, la dominación y sumisión. Y les ha gustado.

Explorar tu lado Grey, siendo dominante; o tu lado Anastasia, siendo sumisa, no es malo siempre que cumpla con tres premisas: sano, seguro y consensuado. Pero, para hacer eso, has de ser consciente de algunas de las reglas más importantes en el BDSM como es tener una palabra de seguridad y parar cuando se diga, o darte cuenta de que no se pueden hacer ciertas cosas que la otra persona no quiera.

La trilogía literaria fue todo un éxito y el estreno de la película también. Dentro de unos meses tendremos la siguiente película y es por eso que, cada vez más, la gente empieza a buscar despertar la pasión dormida de su relación con prácticas diferentes, como la de dominación y sumisión.

En eso casos, hoy vamos a hablarte de los juegos de BDSM que podrías practicar. ¿Estás preparada o preparado para ellos?

Cuerdas

Las cuerdas son muy fáciles de conseguir y de jugar con ellas. Ahora bien, has de tener cuidado ya que pueden lastimar las ataduras. En caso de que la piel sea muy sensible es mejor cubrirla antes con alguna prenda y después atar, no muy fuerte.

Como medida de seguridad, conviene que uno de los brazos pueda soltarse fácilmente por si ocurre algún accidente.

Puedes atar a tu pareja a la cama, o inmovilizarle las manos o pies en algún otro sitio. La imaginación y lo que se te ocurra ya corre por tu cuenta.

Para inmovilizar también se pueden utilizar otras cosas como por ejemplo las corbatas, fulares y demás prendas que sirven para otros usos (las bufandas, por ejemplo, son buenas “cuerdas” que no hacen tanto daño).

De lo que se trata es de impedir que tenga libertad, y eso mismo es lo que puede excitar a ambos, tener bajo control a uno, y saberse controlada en el otro caso.

Esclavitud limitada

A nadie le gusta ser el esclavo de nadie. Pero en ocasiones ese juego puede ayudar a sentirse deseada y amada porque la persona quiere ser atendido por ella y sólo por ella, sintiendo placer el uno y el otro.

No se trata de dar un trato denigrante, sino de sentir el poder y la protección de la persona que es la dueña, y la entrega y amor de la esclava.

Por supuesto, como decimos, es algo limitado durante un tiempo previamente pactado. Ya dependerá de lo que guste para que ese tiempo sea mayor o menor.

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