Según los estudios y análisis que se llevan a cabo, la infidelidad, que antes era casi exclusiva de los hombres, está ahora equilibrada entre hombres y mujeres. Esto quiere decir que el 50% de las mujeres son infieles, igual que los hombres. Pero, ¿cuáles son los motivos de esa infidelidad?
Razones para ser infiel hay muchas, y es posible que, entre los motivos que vamos a dar de la infidelidad, te puedas ver reflejado en uno o en varios. Muchas veces, la falta de comunicación o el asentamiento en la pareja hace que nosotros mismos tengamos la culpa de la infidelidad, y que no sea porque no nos quieran, sino porque no prestamos atención a lo que tenemos. Así, tenemos:
No prestamos atención a lo que tenemos
En este sentido es como un juguete. Puede que no juegues con él, que ni siquiera te acuerdes de él, que lo tengas abandonado. Pero cuando hay alguien que lo quiere, ¿a que te enfadas y saltas para proteger lo que es tuyo? Si antes no lo querías, ¿qué cambia entonces?
En la pareja pasa algo así. Cuando estás conquistando a tu pareja estás pendiente de ella, como ella de ti, siempre queréis hacer cosas juntos, os encanta pasar el tiempo al lado del otro. Pero, ¿qué pasa conforme la pareja se consolida y se asienta? Que cada vez pasas más de la pareja, que te aburres, que te olvidas de arreglarte, de ponerte guapo/a para ella, que la olvidas. Y eso hace que, cuando otra persona se fije en él o ella, vuelva a recuperar esos sentimientos que tuvo contigo.
Una vida íntima escasa
Sí, sabemos que el trabajo agota, que el estrés, la familia, el cansancio, etc., todo eso, hace que el sexo no sea lo que era antes y que finalmente no puedas disfrutar de lo que debes. Cuando eso pasa, cuando hay frustración sexual, en ocasiones, sobre todo los hombres porque las mujeres van más por los sentimientos y el apego, aunque eso también está cambiando ya, hace que busquen esas necesidades en otras personas. De ahí la infidelidad.
Nuevas sensaciones
Es algo que ya hemos hablado. La monotonía, el tener una pareja segura y el hacer siempre lo mismo hace que nos aburramos. ¿Y cómo solucionarlo? Pues con algo nuevo. Y ese algo nuevo, en lugar de vivirlo con la pareja (porque puede ser que ella no quiera), lo vives con una tercera persona.