Cuando un Amo quiere castigar a una sumisa, o quiere darle unos azotes, lo primero que se te viene a la cabeza es, sin duda, la mano. De hecho, para dar unos azotes las manos son lo primero que utilizas. Pero no es lo único.
A lo largo de la historia, sabemos que un azote se puede infligir con muchos instrumentos. Y en el BDSM algunos de esos instrumentos se utilizan por los dominantes que pueden combinarlos con la mano o bien utilizarlos directamente. Entre ellos están:
La pala. Una pala de madera que, históricamente, se usaban en Estados Unidos y aún hay escuelas hoy día que las usan para dar castigos. La pala tiene algo bueno y es que se pueden usar aun llevando ropa porque suelen provocar bastante daño. De hecho, en el cuerpo desnudo hay que aplicar menos fuerza para evitar hacer demasiado daño o incluso magullar.
El cepillo del pelo. No decimos que golpees por la zona de las púas, pero sí por la parte de atrás ya que hace el efecto de ser una pequeña pala y además se suele tener en todos los hogares.
Una cuchara de madera. Igual que las anteriores, es como una pala pero suele hacer más daño porque, al ser más pequeña, el golpe es más intenso y puede doler mucho más.
Una regla. Antiguamente era usado como un instrumento de castigo en los colegios, una regla de madera que no es tan dolorosa como los anteriores pero sí eficaz en el objetivo que se pretende, ya sea que esté vestida o desnuda.
Una zapatilla. Era común en las familias, usar una zapatilla para castigar a los niños cuando hacían cosas malas. Y en BDSM también se pueden utilizar para dar un castigo o unos azotes.
Una vara. Es muy, muy dolorosa. Aunque pienses que no, que además es muy fina, en realidad, al ser flexible y pesar poco, se puede golpear con bastante fuerza y provocar un dolor intenso en la otra persona.
Un cinturón. Dependiendo del grosor y ancho del cinturón podrá doler más o menos. En este caso es otro de los instrumentos que suele tenerse a mano en casa.