Loles león, famosa actriz conocida no sólo por su larga trayectoria profesional sino por esa forma de ser que la hace única, maravillosa y sobre todo infalible. Sin pelos en la lengua se sienta hoy en el cómodo sofá de Sexanaliza2:
P- Es imposible tenerte delante y no preguntarte por la movida madrileña…
Loles: Estaba aquí, recién llegada a Madrid, en la pandilla Almodovariana y coincidí con todo tipo de personas maravillosas de todas las artes. Fue un movimiento bastante importante y rompedor porque queríamos acabar con lo que había establecido, lo rancio.
P- ¿No te da la sensación de que ahora estamos más cohibidos?
Loles: Si, totalmente. Pero porque la generación de ahora estáis educados como para que no necesitéis nada. No sois lanzados, ni tan atrevidos, ni tan valientes porque estáis muy protegidos por nosotros.
P- Ahí, en la movida, fue donde surge esa amistad con Rossy de Palma, Bibiana Fernandez…
Loles: Si. Ahí es donde surge esa amistad que hasta el día de hoy se mantiene igual. Somos muy amigas.
P- ¿Habéis hecho alguna vez todas juntas para hacer un tupper sex?
Loles: No, juntas no. Pero yo por mi cuenta sí.
P- Si hablamos de juguetitos, de erotismo, sensualidad y sexualidad… tenemos que recordar ese espectáculo maravilloso que hiciste en el 79, “Unipersonal”
Loles: Era maravilloso, tocaba “todos los palos”; lo mismo te hablaba de Lorca que te hablaba de lo que las mujeres necesitábamos a nivel sexual y fíjate que eso fue en el 79 año en el las mujeres no disfrutaban de la libertad de la que hoy se disfruta. Recuerdo que entraban en el camerino y me pedían que espabilásemos a los maridos. Y ahí iba yo, que era capaz de ponerle la entrepierna en la oreja al susodicho. Y así ellas volvían al cabaret aunque sólo fuera para decirme que el marido por fin, se había espabilado.
P- Lo que no sabían (esas mujeres) era que ellos, los maridos, pensaban en ti en ese momento (bromeamos)
Loles: Totalmente. Yo he sido y soy un mito erótico sexual hasta en los sueños.
P- ¿Te queda algún sueño erótico por cumplir?
Loles: Hombre, siempre queda algo. Y mira que me salen pretendientes jovencísimos pero siendo honesta diré que no soy una simple utilizadora del sexo, yo me enamoro. Para tener sexo tengo que admirar, me tiene que causar deseo, me tiene que hacer gracia… En ese momento mis feromonas se me ponen a funcionar tope; estudio mejor y trabajo mejor, corro mejor, las articulaciones no me duelen, la vida es bella, hago gimnasia… y todo es mucho más bonito. Yo no he estado con tíos sólo por follar porque soy enamoradiza.
P- Y a día de hoy… Eres de las que entra en sexshops o parafarmacias eróticas?
Loles: Yo soy una asidua cliente de las parafarmacias eróticas. La gente ve esto como un pecado por culpa de que la educación judeo cristina está muy presente pero para nada… De hecho el ultimo “cacharro” que tengo es muy moderno y muy bonito. Del color de Podemos.
Con mi pareja siempre he usado juguetes eróticos porque el sexo no se trata de tú y yo solos. Hay que tener amiguitos porque sino después de un tiempo con la misma persona, se puede convertir en aburrido.
P- La plenitud sexual, ¿cuándo se alcanza?
Loles: Con 20 años estás más perdida que yo que se… la plenitud sexual absoluta para mi es partir de los 40 en la mujer pero luego en los 50… ¡¡no te lo pierdas!! Para mi los 50 fueron estupendos porque tenía un novio de 19 años. Era más pequeño que mi hijo.
Sinceramente, no me he reprimido nunca.
Patrocinado por Nacho Vidal