¿Quién quiere perder peso follando? Ups, para mí que me he quedado sorda al escuchar tantos síes. Y es que no hay nada como pasarlo bien y perder peso para hacerlo todos los días, varias horas al día. ¿A que sí? Pues aquí tenéis otra tanda de posturas sexuales que ayudan a trabajar músculos y a perder peso mejorando la figura.
De pie
Si puedes sostener a tu pareja, un ejercicio para perder peso (más a él que a ella) es tener sexo de pie, o levantando a tu pareja. Lo único que tienes que hacer es subirla encima y embestirla. No hay mucho misterio en esta postura y sí notarás que tus brazos y piernas se fortalecen.
La arañita
Una postura sexual que hará que experimentéis mucho es esta. En ella necesitáis tumbaos frente a frente, con las piernas estiradas pero hacia el otro. La mujer debe apoyarse con los antebrazos mientras que él lo hará con las palmas de la mano. Ahora, la mujer debe acercar la cadera a la ingle de su pareja, y el resto, creo que ya sabemos lo que va a pasar, ¿a que sí?
El puente
Esta postura no es para cualquiera, requiere de flexibilidad y de tener buena forma física, además de ningún problema de espalda. Y es que se requiere hacer el puente (sí, ese ejercicio que ha veces en educación física piden y que pocos son capaces de hacer y mantener), mientras que la pareja penetra apoyado en las rodillas.
Es una postura que permite trabajar varios músculos al mismo tiempo pero que, como decimos, puede ser muy complicada.
El arco
Una postura parecida a la anterior pero que cansa menos es la del arco. En ella hay que hacer el puente pero, en lugar de apoyar con las manos, se apoya con los antebrazos y hombros apoyando los pies en el suelo y levantándose hasta que sólo los dedos le sirvan de apoyo. En este caso son las piernas las que más van a trabajar manteniendo el equilibrio y el peso del cuerpo.
El tubo
Una última postura es la que nos lleva a la mujer subida sobre una mesa o encimera, situando el trasero en el borde de la misma. Ha de levantar las piernas y dejarlas apoyadas en los hombros de la pareja para que éste la penetre. Los brazos y hombros han de impedir que se mueva de su sitio.