En el mundo hay parejas para todos los gustos. Y actividades que pueden realizarse de muy diversos tipos. Una de ellas es el fisting o fist fucking, conocida como la introducción del puño o el brazo en la vagina o el ano.
Esta práctica no es algo que se practique de manera habitual, pero hay parejas que disfrutan de ella. Ahora bien, para llevarla a cabo, ya sea de forma parcial o completa, hay que tener en cuenta una serie de puntos claves para evitar problemas o consecuencias muy negativas.
Esta práctica sexual se puede considerar extrema pero aquellos que la practican comentan que ofrece un gran placer tanto a la mujer como al hombre. En este caso se valora mucho el poder introducir la mano, y el brazo en el interior de la mujer (o del hombre) dilatando la zona con las propias manos.
Pero para hacerlo, antes hay que:
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Tener una higiene extrema. Es importante que el fister, es decir, la persona que introducirá el puño, esté bien limpio y no vaya a introducir bacterias ni suciedad en el interior. Además, la persona que recibirá el puño también debe tener limpia la zona, sobre todo si es la zona anal.
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Las uñas han de estar lo más cortas posible para evitar arañazos o heridas que luego pueden infectarse o provocar problemas.
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Utilizar guantes de látex. Es posible que pienses en algún vídeo que hayas visto donde un hombre penetra con el puño a una mujer sin ningún guante. Pues bien, no es lo que se debe hacer. Los guantes evitan infecciones, heridas y hacen que el puño se deslice mucho mejor.
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Lubricante. Es primordial el uso de lubricante, y además bastante, para conseguir que no duela tanto el proceso. En este caso te recomendamos el lubricante a base de agua porque es el que evita alergias y además el contacto suele ser mejor que con otro tipo de lubricantes. Eso sí, en el mercado vas a poder encontrar un lubricante especial para esta práctica que ayuda a dilatar. Ya depende si quieres una ayuda extra o no.