Si en un artículo anterior hablamos de la dependencia y de las consecuencias negativas que tiene en una persona ser dependiente de otra, hoy queremos darte algunas claves para ayudar a eliminar la dependencia.
Una mujer es dependiente cuando su vida la ha dedicado a la otra persona. Podríamos definirla como alguien que ha vivido a través de otra persona y que, cuando la pierde, se siente perdida y sin saber lo que hacer, o si puede hacerlo.
Así, entre las actuaciones a realizar estarían:
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Aprender a vivir por sí misma. Al principio esto va a costar mucho porque no lo ha hecho, pero ha de ir paso a paso, aprendiendo a hacer cosas por sí misma, sin esperar que alguien se lo mande o que le premien por hacerlo.
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Trabajar la autoestima. Muchas de las personas dependientes tienen una baja autoestima y no se quieren a sí mismas. En cambio, trabajando esto, se puede lograr que poco a poco se vean como personas que también tienen derecho a disfrutar de la vida.
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Poner límites. Las personas dependientes no tienen límites, ya que esos los imponen los demás. Por eso hay que enseñar y aprender a ponerlos, a decir No cuando no se quiera hacer algo y a lidiar con las consecuencias y la sensación de no satisfacer a otra persona.
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Salir más. Relacionarse con otras personas y recuperar de alguna forma el círculo social que se tenía.
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Buscar motivaciones. Cursos, proyectos nuevos, lo que sea para que se sienta realizada esa persona y vea que es capaz de llevar a cabo actividades y sacarlas a flote.
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No decaer. Un problema de muchas personas dependientes es acabar cayendo de nuevo en la dependencia, sobre todo en las personas que la ayudan o apoyan. Esto hay que prevenirlo siempre, ya sea por la familia, amigos o profesionales ya que se estaría ante el mismo problema.
Esto no es sencillo para una persona que ha sido dependiente, y seguramente requerirá ayuda de profesionales. Pero se puede salir con apoyo y fuerza de voluntad.