¿Has oído hablar del shibari? Hoy en día es una técnicas de bondage muy conocida y más porque hay novelas donde los protagonistas lo practican. Sin embargo, su origen proviene del Kimbaku, un arte japonés que se utilizaba en la guerra.
De hecho, si nos vamos a esa época, al siglo XV, Japón estaba inmerso en el periodo Tokugawa, un periodo en el que las guerras se sucedían. Los samuráis, para poder atrapar prisioneros, inventaron una técnica para inmovilizar con cuerdas a los enemigos en cuestión de segundos y poder seguir combatiendo con la confianza plena de que esa persona que habían atado no se podría desatar ni huir y los tendrían como prisioneros después para torturarlos. Este fue el inicio del Shibari aunque muchos expertos opinan que no fue esa técnica sino la llamada Hojojutsu (de la cual también proviene el bondage).
Hoy día el shibari es todo un arte y son muchos los que se dedican a realizar diseños shibari en los cuerpos de sus sumisas, bien exponiéndolas o bien en la intimidad. De hecho, también se celebran talleres o exposiciones de shibari en algunos clubs de BDSM donde se puede contemplar a sumisas suspendidas con cuerdas o bien colocadas estéticamente con las cuerdas para que otros las observen.
Se trata de un arte muy agotador tanto para el dominante como para la sumisa ya que hablamos de la realización de un diseño artístico. Aunque aquí puede haber una connotación sexual, lo cierto es que lo más importante en estos casos es más el “cuadro final”, antes que la relación sexual que pueda venir.
Y aún así, aquellas sumisas que lo prueban, opinan que lo que se siente es único y que el roce de la cuerda, así como la atención del dominante, las envuelve de tal modo que es como si las acariciara por completo en todo el cuerpo a pesar de que no las toque. Es sentir la dominación en estado puro en su interior.
Conviene decir, finalmente, que el shibari solo debería ser practicado por gente experta ya que hablamos de unas ataduras que se mantienen en el tiempo y solo aquellos experimentados pueden aguantar (tanto sumisas como dominantes).