¿Quieres descubrir si tienes sex appeal? Pues ya puedes hacer este test para descubrirlo. ¡Te sorprenderá el resultado que obtendrás!
¿Te consideras una persona con confianza en ti misma?
Sí.
A veces.
No.
¿Las personas a tu alrededor opinan que eres una persona abierta y con quien se puede salir y divertirse?
Sí.
A veces.
No.
¿Vas más allá de la atracción física con tu pareja?
Sí.
A veces.
No.
¿Crees que eres una persona atractiva?
Sí.
A veces.
No.
¿Alguien te ha dicho que una parte de ti llama mucho la atención?
Sí.
A veces.
No.
¿Las conversaciones en tus citas de pareja son superficiales?
Sí.
A veces.
No.
Cuando estás con tu pareja, ¿presta atención a la conversación o siempre acabáis esta pronto para hacer “otras cosas”?
Acabamos pronto.
A medias.
Presta atención a la conversación.
¿Quién da el primer paso?
Yo.
La pareja.
Ninguno.
RESPUESTAS:
Mayoría de síes (A): Si la mayoría de respuestas que has dado entonces enhorabuena, tienes sex appeal y además sabes que lo tienes. Lo demuestras con esa confianza que destilas. No te dejas achantar por nadie y sabes lo que quieres y cómo lo quieres, por eso vas en busca de lo que te gusta y, normalmente, lo consigues.
Las demás personas se sienten atraídos por ti y eso lo sabes, por eso a veces también te gusta mucho jugar un poco con ellos y ponerle las cosas difíciles, o simplemente tentarlos y dejarlos colgados. Cuidado con esto, no te vayas a meter en ningún lío.
Mayoría de “A veces” (B): Tienes sex appeal, pero te cuesta sacarlo o no creas que sea lo suficiente para atraer a las personas. Salir contigo es extraño porque cuando estás arriba, eres una persona totalmente diferente a cuando no te sientes bien. Por eso es que atraes a las personas pero solo aquellas que realmente te valoren van a saber que también necesitas que, de vez en cuando, te recuerden que eres atractiva y bella, que te gusta que te lo digan y te dan la autoestima que has perdido en ese momento.
Mayoría de noes (C): Eres una mujer con baja autoestima. No crees que nadie se fije en ti y lo peor es que a veces evitas a las personas por miedo a no caerles bien, a que te tengan “sosteniendo la vela” o que simplemente salgan contigo por pena. Pues bien, hora de cambiar y de empezar a creer en ti misma, en tu cuerpo y en que ahí fuera hay alguien esperándote: tú misma. Lo que venga después, ya vendrá, pero primero eres tú.