Hay que reconocer que, dentro del mercado de los juguetes eróticos, juguetes para hombres no hay muchos. La gran mayoría de productos que existen son para mujeres pero también es cierto que, el hecho de que no haya muchos, no quiere decir que no encuentres algo.
Uno de esos juguetes sexuales para hombres es el anillo para pene, un juguete que, usado bien, puede ser una gran estimulación y excitación para él, y para ti. De hecho, tiene como beneficio es hacer que dure más aumentando así el placer en la pareja, una porque puede conseguir que el clímax se acerque más al suyo, y el otro porque experimentará un clímax más fuerte e intenso.
Pero, ahora bien, ¿cómo se debe usar correctamente un anillo sexual?
El anillo para pene permite aumentar el tamaño de su pene y la erección que tiene, así como el tiempo de erección. Ahora bien, si no se usa de forma correcta, se pueden sentir molestias o incluso tener accidentes que te lleven a urgencias.
Se aconseja que el anillo no esté colocado durante mucho tiempo, pudiendo ponerlo en los preliminares, la masturbación y/o la penetración. Cuando no se está acostumbrado a ellos lo mejor es tenerlo solo unos minutos, por ejemplo durante la masturbación, e ir incrementando el tiempo conforme se adapte a esa compresión que genera.
Has de tener en cuenta que un anillo para pene debe apretar, pero no ahogar, y eso es parte del miedo de muchos hombres para no usarlo, porque consideran que el pene va a ser como una goma dolorosa de la que van a tener dificultades para sacar después.
Hoy día hay mucha variedad de anillos para pene, unos rígidos, otros flexibles, algunos incluso regulables, de tal manera que es cuestión de adquirir el que te dé más seguridad. También hay anillos dobles que aprietan el pene y los testículos al mismo tiempo, o anillos que también tienen una estimulación más para las mujeres.
La elección en este caso dependerá de si eres principiante o no. Si lo eres, deberías empezar por los más sencillos y flexibles o ajustables conociendo bien el juguete antes de ponerte a jugar con él. Por supuesto, al principio será desagradable pero si le das una oportunidad, merecerá la pena. Y tu pareja pensará igual.